Editorial: «Temporada 2022: un año de transición»
Con la celebración mañana de la carrera San Silvestre de Panama Runners se pondrá fin a la temporada de competencias a nivel local, y creemos es un buen momento para el análisis a través de este editorial de lo que nos dejó este año 2022 en cuanto al running.
Mirando hacia atrás, la temporada 2020 estuvo marcada desde sus inicios por la expansión sorpresiva a nivel mundial del COVID, alterando 180 grados el modo de vida que hasta ese momento habíamos conocido. La pandemia nos afectó por supuesto también a los corredores, viéndonos limitados en nuestras prácticas, así como a las carreras que en su gran mayoría debieron ser suspendidas o reconvertidas a virtuales. Durante el 2021 los corredores poco a poco pudimos recuperar nuestros hábitos, y la gran mayoría de pruebas pudieron volver a celebrarse, aunque con protocolos sanitarios y limitación en cuanto al número de participantes permitidos.
La temporada 2022 que ahora acaba podríamos definirla como un año de transición. Por un lado se levantaron restricciones en cuanto al uso de mascarilla y la posibilidad de realizar eventos multitudinarios, por lo que desde enero se vinieron celebrando tanto a nivel mundial, como en el ámbito local, la mayoría de las maratones y carreras más importantes. Si durante el 2021 hubo un notable descenso en el número de corredores panameños y residentes que se desplazaron a competir en maratones de otros países, en el 2022 casi se duplicó ese número, con más de 230 corredores locales viajando a un total de 26 diferentes maratones internacionales. De entre ellas, destacaron los grupos desplazados a Berlín (50 corredores), Chicago (48 corredores), Medellín (32 corredores) y Nueva York (21 corredores). Si a esto sumamos pruebas de otras distancias, el número de corredores obviamente se incrementa.
«Se ha demostrado que deporte y salud van de la mano»
A nivel local, durante el 2022 se celebraron casi 100 pruebas a lo largo de toda la República, congregando la ciudad capital aproximadamente la mitad de las mismas. La mayoría de las carreras más importantes y multitudinarias volvieron a realizarse, destacando también como aspecto positivo la aparición de nuevos eventos, sobre todo en el interior del país. Sí hubo que lamentar en cambio que algunos organizadores y promotores más pequeños no pudieran reponerse de los efectos de la pandemia, viéndose obligados a cancelar sus pruebas ante la imposibilidad de conseguir los recursos para hacerlas económicamente sostenibles.
Otro aspecto a destacar, es que aunque ya se han eliminado las restricciones en cuanto a la reunión de personas al aire libre, el número de inscritos en las carreras más masivas se ha visto afectado a la baja, con un descenso que podríamos estimar de entre un 25 a 30 % respecto del año 2019. A modo de ejemplo, la mayoría de las carreras locales no ha logrado superar participaciones de 150 a 200 corredores, siendo solo nueve las pruebas que han alcanzado la cifra de los 1,000 finalistas. Si en el 2019 la Santas Race fue la carrera que con casi 2,200 corredores llegados a meta encabezó el ranking de participación, en el 2021 esta cifra bajó hasta los 1,510 participantes que reunió el Circuito City 5 km como evento más masivo.
Mencionar también que es muy evidente en Panamá el aumento de la afición entre los corredores por correr en zonas de montaña y trillos, así como por los eventos de ultradistancia, dando como resultado la creación de nuevos grupos de corredores y pruebas que se están especializando en dar respuesta a estas modalidades.
Para el 2023 debemos ser optimistas y tener confianza en que la situación económica del país vuelva a niveles prepandemia para que las autoridades y el sector privado retomen el apoyo al running, por cuanto se ha demostrado, que deporte y salud van de la mano.