El Festival del Queso Rodante
«One to be ready, two to be steady, three to prepare and four to be off» (uno, estén preparados; dos, cuiden su equilibrio; tres, estén listos; y cuatro, corran), es lo que grita el maestro de ceremonias cada vez que lanza un queso desde lo alto de la colina.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
A lo largo de todo el mundo existen numerosas pruebas y competencias que sin entrar stricto sensu dentro de la denominación de carrera atlética, tienen ciertos elementos y paralelismos que las convierten en objeto de interés por parte de la comunidad runner.
Una de las más curiosas y variopintas es la que se celebra en la aldea de Brockworth, en el condado de Gloucestershire (Inglaterra), y que bajo la denominación oficial de Cooper’s Hill Cheese-Rolling and Wake, reúne todos los años cada último lunes del mes de mayo a cientos de competidores en busca de la victoria.
El evento, del cual hay constancia escrita de su realización desde la década de 1830, consiste en el lanzamiento por la pendiente de la colina Cooper de una enorme rueda de queso de la variedad artesanal doble Gloucester, la cual es perseguida de manera inmediata por varias decenas de personas intentando atraparla.
El origen del Festival del Queso Rodante no está claro, y se debate entre la teoría que afirma que está relacionado con el mantenimiento del pastoreo en el área, y la que defiende que surgió como una celebración para conmemorar la llegada del verano.
La dificultad de la prueba radica en diferentes aspectos, comenzando por el propio queso, que con un peso cercano a los 4 kilos adquiere una enorme velocidad superior a los 100 kilómetros por hora en los 182 metros de longitud del recorrido. En cuanto a la colina Cooper, la misma cuenta con una pendiente media del 50 % en un terreno muy accidentado y abrupto, con barro y hierba desigual.
Todo ello contribuye a que atrapar el queso rodando colina abajo por los participantes sea prácticamente imposible, por lo que usualmente resulta ganador y se hace acreedor a recibir el queso, aquel que llega en primera posición al final del recorrido.
Cada año se realizan diferentes carreras, divididas en edad y género, incluyendo una para menores de 12 años que tiene la particularidad de que en vez de realizarse pendiente abajo, se realiza cuesta arriba para minimizar el riesgo de accidentes.
El objetivo de los participantes en el Festival del Queso Rodante es intentar mantenerse en pie mientras descienden lo más rápido posible, lo cual casi nadie consigue, ya que lo más frecuente es que tropiecen, caigan y rueden colina abajo golpeando sus cuerpos en grotescas posiciones. Los accidentes más habituales se refieren a torceduras de tobillo, dislocamientos de hombro, fracturas de muñeca y daños en las cervicales, por lo que los servicios médicos presentes tienen que hacer numerosas intervenciones.
La fama del Festival del Queso Rodante ha ido creciendo con el paso de los años, reuniendo en la actualidad a miles de personas que acuden como espectadores, lo cual ha causado problemas para el acceso al área y de seguridad.