Editorial: «Las RRSS en el Running: gestionando las expectativas»


Las redes sociales son una herramienta de comunicación al alcance de todos en el mundo de hoy, pues han democratizado la información, haciendo que no sea solo para unos cuantos. Sin embargo, de un tiempo para acá siento que en el caso de los que practican nuestro deporte, las redes se han convertido en una plataforma de expectativas de cómo debemos ser como corredores, cómo entrenamos, qué comemos y qué ropa usamos. Y lo peor: un tribunal que juzga (veladamente y con indirectas) el rendimiento deportivo de personas que al fin y al cabo son recreativos. Todo para tener seguidores.

Hace un tiempo vi a una persona conocida que no le fue bien en una competencia, dar toda clase de excusas y explicaciones para disculpar su “mal performance”. Me llamó mucho la atención, y al principio pensé que trataba de justificarse (en mi mente yo pensaba “no te justifiques, todos tienen derecho a tener un mal día”), pero luego sentí un poco de pena ajena. ¿Por qué hay que intentar quedar bien siempre en redes sociales con gente que a veces ni conocemos? ¿Acaso les debemos algo? ¿Acaso conocen nuestro día a día?

Tampoco me parece real que un corredor en plena pandemia aparezca sonriente entrenando no-sé-cuántos-kilómetros en su máquina caminadora (considerando que en ese momento tan crítico el 95 % de los corredores no tenían una máquina, no podían salir a correr, y estaban más preocupados pensando en cómo pagarían los gastos ese mes que en hacer deporte). Estoy hablando de casos reales al inicio del COVID, cuando solo se podía salir de casa dos horas cada dos días y había cero carreras. Está bien ser POSITIVO, pero es aun mucho mejor ser EMPÁTICO.

«El tema del ego se está volviendo una pelota que crece cada vez más y contagia a todos»

Y ni hablar de los “gurús expertos” que hacen las cosas muy bien como corredores y/o entrenadores, pero aprovechan las redes para criticar y menospreciar; sinceramente hablar mal de otros no les hace mejores. Si se dieran cuenta de lo mal que quedan, criticarían menos. Quizás deberíamos aprender a ser más damas y caballeros.

Se ha vuelto enfermiza la justificación y la apariencia (deportivamente hablando). El tema del ego se está volviendo una pelota que crece cada vez más, y contagia a todos. Después algunos se preguntan por qué pierden seguidores.

Pero no todo es malo. Las redes tienen una parte muy positiva, y creo sinceramente (en especial el bendito Instagram) que son una ventana maravillosa de comunicación, sobre todo con la gente que queremos y que no tenemos la fortuna de ver a diario. Adicional para los corredores, podemos aprender muchísimo de otras personas; todo el mundo tiene algo que aportar y no todo el mundo tiene la verdad absoluta. También son fuente de motivación e inspiración infinita: ver a otros cómo se esfuerzan, sacan adelante sus objetivos y logran cumplirlos, puede ayudar a muchas personas. Pero como todo, hay que saber manejar la información.

¿Qué nos están haciendo las redes? Está bien luchar por tener muchos seguidores, pero siendo uno fiel a sí mismo.

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