Diccionario Runner: ¿Qué son los Kilómetros basura?
Cuando hablamos de running, no siempre “más es mejor”
En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
La expresión “Kilómetros basura” erróneamente se podría asociar a lo que se conoce como “plogging”, una modalidad del running en la que se corre al mismo tiempo que se van recogiendo desperdicios como botellas, latas o papeles tirados en el piso, pero en realidad se denomina “Kilómetros basura” a aquellos kilómetros que se acumulan por el corredor sin ningún objetivo específico real, solo por sumar más volumen y alcanzar un determinado kilometraje semanal o mensual.
En el mundo del running existen dos máximas principales a la hora de programar los entrenamientos: la primera es que cada una de las sesiones que vayamos a realizar debe tener un objetivo predeterminado, bien sea para mejorar la capacidad aérobica, la velocidad, la fuerza, la técnica, etc; y la segunda, es que hay que variar entre esas sesiones, alternando siempre trabajos de alta intensidad con otros de baja magnitud que sirvan de recuperación. De otro modo, no habrá la asimilación ni la mejora esperada, al mismo tiempo que aumentará el riesgo de lesiones.
Actualmente muchos corredores programan sus entrenamientos tomando como ejemplo planes de otros atletas, los cuales independientemente de que sean corredores de nivel élite o recreativos, no siempre servirán como una referencia válida. Que un maratonista de primer nivel mundial comparta en sus redes que completa por encima de los 150 o 200 kilómetros semanales, no significa que todos los corredores que entrenan para maratón deban realizar semejante volumen.
Esos kilómetros que sumamos de más a nuestro entrenamiento sin que tengan un objetivo definido son a los que debemos referirnos como “Kilómetros basura”, distinguiéndolos de aquellos en los que se corre a un ritmo tranquilo y relajado, como por ejemplo en los calentamientos y enfriamientos, rutinas que sí tienen una clara e importante finalidad dentro de nuestras sesiones de entrenamiento.
