Adidas y Puma: La historia de envidias y traiciones de los Hermanos Dassler

La historia de los hermanos Dassler es tan sorprendente que incluso ha sido llevada al cine y la TV con películas y series como “Duelo de hermanos” y “Rivales por siempre”.


Por Fernando Revuelta – Maratonista

Los Dassler nacieron en el pequeño pueblo de Herzogenaurach, en la Baviera Alemana. Rudolf (apodado Rudi) era dos años mayor que su hermano Adolf (apodado Adi), y desde niños su vida se desarrolló entre talleres de calzado ya que su padre era zapatero.

A los dos hermanos les gustaban los deportes, especialmente el atletismo y el fútbol, y concluida la Primera Guerra Mundial se asociaron para fundar en 1924 la Fábrica de Calzados Dassler (Gebrüder Dassler Schuhfabrik). Adolf era el que tenía a cargo el control del diseño y la producción, mientras que Rudolf manejaba el aspecto comercial.

Los calzados artesanales fabricados por los Dassler adquirieron pronta notoriedad y prestigio entre los entrenadores y deportistas alemanes, llegando a ser usados por los atletas del equipo olímpico alemán en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam de 1928.

Cuando el Partido Nazi de Hitler llegó al poder en 1933, Rudolf decidió afiliarse al mismo por su afinidad con las ideas del nacionalsocialismo. Adicional, su acercamiento al partido le sirvió también para mejorar la posición estratégica y comercial de la empresa frente a las autoridades del gobierno.

Pero la relación fraternal de los hermanos Dassler pronto comenzó a quebrarse. Aparecieron las controversias en cuanto al manejo de la empresa y surgieron las desconfianzas, llegando las diferencias a su punto álgido durante la Segunda Guerra Mundial.

Adolf fue eximido enseguida del servicio militar para que pudiese seguir dirigiendo las operaciones de la fábrica -que para esos momentos y debido a la guerra-, pasó a producir equipos y pertrechos militares. Rudolf, en cambio, tuvo incorporarse al ejército y fue enviado al frente polaco, con la sospecha de que su hermano Adolf había conspirado para alejarlo de la fábrica.

Capturado por los rusos, Rudolf ingresó a un campo de prisioneros hasta que finalmente fue liberado. Terminada la guerra se produjo la ruptura total entre ambos hermanos y sus respectivas familias, con acusaciones mutuas ante las autoridades aliadas de connivencia con el régimen Nazi.

Ante la imposibilidad de seguir operando de modo conjunto la empresa, en 1948 los Dassler decidieron dividirse los bienes y los empleados. Adolf se quedó con la fábrica original mientras Rudolf se mudó al otro lado del río a unos almacenes en ruinas para comenzar desde cero y fundar su propia marca, Ruda (acrónimo de Rudi Dassler), posteriormente renombrada como PUMA. Por su parte, Adolf, que había tomado el control de la empresa matriz, la rebautizó en 1949 como Adidas (acrónimo de Adi Dassler).

La división entre los dos hermanos Dassler no solo afectó a sus familias y empresas, sino a todo Herzogenaurach, ya que resultaba casi obligado que cada habitante del pueblo tuviera que tomar partido por uno de los bandos. De hecho, a Herzogenaurach se le apodó como “el pueblo de los cuellos doblados”, pues se decía que los habitantes cuando se encontraban miraban hacia abajo para ver qué marca de zapato vestía la otra persona antes de saludarla.

Durante las décadas posteriores Adidas y Puma mantuvieron una cruenta guerra comercial por hacerse con el liderazgo del mercado de calzado deportivo a nivel mundial, invirtiendo enormes sumas de dinero en patrocinios de deportistas, equipos y selecciones nacionales. No faltaron tampoco las acusaciones de sabotaje, espionaje industrial y robo de directivos entre ambas marcas.

Los Dassler mantuvieron su enfrentamiento hasta la muerte, falleciendo Rudolf en 1974 y Adolf solo 4 años después. Ambos hermanos están sepultados en el mismo cementerio de Herzogenaurach pero en parcelas distantes, alejados como en vida el uno del otro.

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