Kinzang Lhamo: Cuando llegar a la meta es la mayor victoria

Lhamo finalizó última el maratón olímpico una hora y media después de la ganadora, y casi una hora más tarde que la penúltima participante.


Por Fernando Revuelta – Maratonista

La prueba del maratón masculino tradicionalmente ha venido poniendo el punto y final a las competencias deportivas de las últimas ediciones de los Juegos Olímpicos, pero París 2024 quiso destacarse también en este aspecto y celebró el maratón masculino el sábado, reservando la prueba femenina para la mañana de ayer domingo durante la jornada de clausura.

La carrera inició a las 8:00 a.m. hora local de París con más de 90 competidoras en la línea de partida, destacando entre las favoritas al triunfo las atletas africanas. Sobre un exigente trazado con numerosas elevaciones, la victoria final correspondió a Sifan Hassan, -corredora de origen etíope pero representante de Países Bajos-, la cual se impuso en un apretado y emocionante esprint a la etíope Tigst Assefa por tan solo tres segundos. El excelente tiempo de Hassan de 2:22:55, no solo le sirvió para colgarse la medalla de oro, sino también para establecer un nuevo récord olímpico.

Más allá de la victoria de Hassan en el maratón, y su hazaña de conseguir subir al podio también como medalla de bronce en las pruebas de 5,000 y 10,000 metros, el nombre que ha llenado los titulares de medios de prensa y redes sociales en las últimas horas ha sido el de Kinzang Lhamo, corredora butanesa de 26 años. Lhamo acudió a los Juegos para participar en el maratón por invitación conforme al principio de universalidad de la carta olímpica, y fue la portadora de la bandera de la pequeña delegación del país compuesta por solo tres deportistas.

Lhamo en su vida profesional se desempeña como miembro del Ejército Real de Bután, un pequeño reino budista en el Himalaya con una población de 800.000 habitantes. Para ella, París 2024 fue su primera participación en carreras en el extranjero, y en realidad, su primera maratón de ruta, ya que su especialidad son las pruebas de ultramaratón en montaña.

Desde la salida de la prueba Lhamo se fue retrasando enseguida del resto de competidoras, acumulando conforme los kilómetros pasaban más y más atraso. Al kilómetro 10 marcó un tiempo de paso de 49:04, mientras que en la media maratón su registro fue de 1:47:06, corriendo ya en solitario a mucha distancia del resto. De hecho, cuando la ganadora Hassan estaba cruzando la línea de meta, Lhamo todavía transitaba por el kilómetro 28 del recorrido a falta de 14 kilómetros para la llegada.

Debido al cansancio, a falta de cuatro kilómetros para la meta Lhamo tuvo que ralentizar aún más su ritmo, teniendo incluso que ponerse a caminar. Otra atleta hubiera arrojado la toalla y abandonado la prueba, pero Lhamo se sobrepuso y animada por el público, hizo un último esfuerzo, trotó durante los metros finales, y concluyó la carrera en el puesto 80 en última posición con un tiempo de 3:52:59.

Poco importa si la ganadora Hassan llegó a la meta una hora y media antes que Lhamo, o si la corredora que la antecedió, -la nepalí Shantoshi Shrestha-, terminó la prueba en 2:55:06, casi una hora antes que ella; Lhamo demostró que el respeto a su nación y a la propia competencia estaba por encima de cualquier otra consideración, siendo su actuación el más claro ejemplo de lo que debe representar en nuestros días el espíritu olímpico.

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