Mi Maratón de Berlín 2023 – Top 5 de lo mejor y lo mejorable
Más de 43,000 corredores finalizamos la prueba
La etíope Tigist Assefa consiguió un nuevo récord mundial femenino de la distancia con 2:11:53, mientras que Eliud Kipchoge logró su quinto triunfo en la prueba.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
El Maratón de Berlín es uno de los maratones más famosos y concurridos de los que se celebran anualmente a nivel mundial, habiendo alcanzado su última versión celebrada el pasado 24 de septiembre la edición número 49.
Prueba de ello es que el Maratón de Berlín forma parte del exclusivo club de los World Marathon Majors, el cual integra a los seis maratones más importantes del mundo. Adicional, y conforme a la nomenclatura asignada por World Atlethics, el Maratón de Berlín tiene la categoría Platinum Label, al contar con los más altos estándares en cuanto a organización, seguridad y satisfacción para el corredor.
Pasadas ya unas semanas desde que Tere y yo corrimos en Berlín, me ha dado tiempo a conversar con ella y analizar tanto los aspectos que más me gustaron de la carrera, como aquellos otros que me dejaron algo decepcionado versus las expectativas que llevaba.
Quise hacer este artículo con mis comentarios por si le sirve de guía a otros corredores que tengan en mente acudir al Maratón de Berlín, haciendo la salvedad de que lo que describo a continuación son mis propias vivencias e impresiones, que no tienen por qué coincidir con las experiencias que hayan tenido otros corredores en esta misma prueba.
Este sería por lo tanto mi TOP 5 de lo mejor y lo mejorable del Maratón de Berlín.
LO MEJOR
-LA EXPO
He corrido numerosos maratones en diferentes países del mundo, pero la Expo de Berlín es por mucho la más grande e interesante que he visitado hasta ahora. La misma se celebra en el antiguo aeródromo de Berlín-Tempelhof, -el cual cerró operaciones en 2008-, y cubre un espacio enorme entre los hangares y demás instalaciones que siguen manteniendo al día de hoy un aspecto vetusto y romántico.
La Expo está muy bien organizada, y a pesar de juntarse miles de corredores al mismo tiempo, no se forman demasiadas filas (salvo para la foto con el backing). El retiro del número de carrera y chip es lo primero que se hace, siendo expedito ya que hay una gran cantidad de mostradores y voluntarios.
Después se van visitando las diferentes áreas con expositores, estando presentes la mayoría de las principales marcas de calzado, ropa, suplementación deportiva, relojes, lentes, etc, así como muchos organizadores de maratones y carreras alrededor del mundo. En verdad toda una experiencia a la que hay que dedicarle su tiempo y no andar apurado. Como recomendación, llevar bien cargadas las tarjetas de crédito 😅.
-EL TRANSPORTE
En cuanto comunicaron los resultados de la lotería y comprobamos que habíamos sido admitidos para la carrera, nuestra primera preocupación fue conseguir un alojamiento BBB (bueno, bonito y barato), lo más cerca posible de la salida y llegada de la prueba. Obviamente, esa intención no solo la tuvimos nosotros, sino que miles de corredores de un día para otro supieron que también necesitaban hospedarse en Berlín durante esas fechas e hicieron lo mismo.
Los alojamientos en Berlín no son económicos, y cuanto más cerca del centro estén, obvio se encarecen cada vez más. En esos momentos que hicimos la reserva desconocíamos cómo sería el transporte en Berlín, en cuanto a facilidades y costo, pero posteriormente la organización nos comunicó a todos los participantes que durante los días anteriores y posteriores a la carrera los corredores tendríamos acceso gratuito a buses, metro y tren de cercanías, mostrando para ello un pase digital.
Nuestra experiencia con el transporte fue excelente, ya que las distintas líneas se interconectaban y resultaba realmente sencillo llegar a la Expo, a la Puerta de Brandeburgo y al resto de lugares emblemáticos de la ciudad. En ningún momento durante esos días nos solicitaron mostrar el pase, y de hecho, no hay tornos de acceso en las estaciones como es usual en Panamá y otros países. Por lo tanto, a la hora de reservar hotel, lo más importante es comprobar que esté próximo a alguna estación de transporte público, más que su cercanía al centro de la ciudad.
-LA SALIDA
El Maratón de Berlín, como otros muchos, divide a sus participantes en diferentes corrales de salida conforme al tiempo objetivo registrado con la inscripción. En nuestro caso se nos asignó lugar en la tercera oleada, y hasta allí nos llegamos para juntarnos con otros miles de corredores. La señalización para acceder a nuestra posición en medio del Tiergarten, -el enorme parque en cuya calle central se produce la salida y llegada de la prueba-, estuvo muy clara, sin lugar a posibles equivocaciones.
Una vez en el corral, nos permitieron avanzar poco a poco para que nuestra oleada se colocase en la línea de partida. En esa oleada calculo fácilmente podríamos ser unos 15,000 o 20,000 participantes, y cuando echabas la mirada hacia el frente o hacia atrás, solo podías ver una ingente cantidad de coloridos corredores. Cada cierta distancia la organización había instalado unas pantallas enormes en las que iba reproduciendo imágenes en vivo de los participantes, a la vez que desde la megafonía se iba animando el ambiente haciendo que aplaudiéramos de manera sincronizada.
Esos instantes previos fueron muy emocionantes, más en mi caso al estar junto a Tere y recordar todo el sacrificio y esfuerzo realizado en los meses previos para poder llegar a ese momento. La cuenta regresiva antes del «go» final fue un momento inolvidable, con la música sonando a todo volumen y llamas de fuego elevándose sobre el arco de partida.
-EL BESO
Visitar Berlín y no ver su famoso muro es misión casi imposible. En muchísimos lugares por toda la ciudad hay referencias al mismo y a su historia, parte inseparable de la guerra fría mantenida por los bloques soviético y occidental durante más de tres décadas. Aunque en su gran mayoría el muro fue desmantelado después de 1989, todavía quedan algunos segmentos conservados a modo de recuerdo y homenaje a las personas que fallecieron intentando cruzarlo.
En nuestro caso optamos por visitar la East Side Gallery, una sección del muro de más de 1,300 metros ubicada en lo que fue el sector oriental, y donde artistas llegados de diferentes partes del mundo pintaron coloridos murales. El más conocido de estos murales es la obra del artista ruso Dmitri Vrúbel bajo el título “Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal”, aunque coloquialmente se le conoce de modo sencillo como “El Beso”.
La pintura representa a Leonid Brézhnev (el líder de la Unión Soviética) y a Erich Honecker (el líder de la República Democrática de Alemania), besándose en la boca. Poder contemplar en persona este gran segmento del muro, tocarlo con las manos, y posar frente al famoso “beso”, es sin duda un recuerdo que nos quedará para toda la vida.
-LA MEDALLA
Finalizar un maratón supone el colofón a meses de duros entrenamientos y superación de diferentes vicisitudes, incluyendo problemas de salud y lesiones. Se dice entre los maratonistas que las medallas se ganan durante el entrenamiento, y que los días de la carrera uno solo va a retirarlas.
Después de correr muchas maratones, obviamente hay detalles que se acaban por perder del disco duro de la memoria, pero creo que ninguno de los que hemos tenido la oportunidad de correr en Berlín olvidaremos la parte final de la prueba, cuando se pasa por la Puerta de Brandeburgo y se completan los últimos metros antes de cruzar la meta.
Los maratonistas siempre nos sentimos orgullosos de portar nuestras medallas, pero eso se hizo especialmente notorio en Berlín, donde al día siguiente cientos de corredores regresamos al citado monumento para tomarnos fotos con nuestra recompensa.
Las medallas pudieran parecer a simple vista un objeto de metal inanimado, pero cuando las colgamos de nuestros pechos, cobran vida y nos hacen volver a sentir montones de recuerdos y emociones asociados a una carrera en particular. Solo nos hace falta cerrar los ojos, respirar tranquilos, y dejar volar nuestra memoria.
LO MEJORABLE
-LOS ASEOS
La mayoría de los participantes que corren pruebas de larga distancia como el maratón necesitan pasar antes de la partida por los baños, por lo que usualmente hay muchos accesibles colocados a tal efecto por la organización. En Berlín en cambio nos resultó muy llamativo y desconcertante que dentro del perímetro vallado reservado a corredores y voluntarios eran muy pocos los baños portátiles disponibles, por lo que las filas de personas esperando eran enormes.
Incluso ante la salida inminente de sus correspondientes oleadas, vimos como muchos de los corredores no tuvieron otra opción que salirse de las filas y hacer sus necesidades entre la vegetación del propio parque Tiergarten, incluyendo a mujeres que con pudor se ponían en cuclillas a la vista de todos. Para una prueba de este nivel y enorme presupuesto, esto es algo que deberían corregir en próximas ediciones contratando un mayor número de unidades.
-EL CONGESTIONAMIENTO
Es sabido que el recorrido del Maratón de Berlín es uno de los más rápidos que existen, y de hecho en el mismo se han batido en los últimos años numerosos récords mundiales. Aunque esto es cierto, habría que hacer la salvedad que dependiendo del tiempo objetivo de carrera buscado, no siempre esta prueba va a ser la más idónea para la obtención de una mejor marca personal.
En mi caso opté desde la salida por acompañar a uno de los pacers oficiales identificado con la marca de 4 horas, el cual llevó un ritmo controlado y cumplió en meta con su objetivo. Usualmente cuando se forma un grupo liderado por un pacer suele ser fácilmente identificable, por lo que pensé que pasados unos kilómetros los participantes comenzaríamos a distanciarnos. Para mi sorpresa esto nunca pasó, y en todo momento nos mantuvimos rodeados por todos los lados de otros participantes a los que con dificultad íbamos superando, sin posibilidad de progresar de manera rápida aunque hubiéramos querido. Considero que salvo para corredores que busquen marcas menores o alrededor de las 3 horas, y que vayan entre ellos más espaciados, resulta muy complicado con estas aglomeraciones para el resto de participantes poder mantener un ritmo uniforme y aprovechar al máximo su potencial.
-LOS AVITUALLAMIENTOS
En un maratón resulta imprescindible hidratarse, y cuando se trata de pruebas masivas, la logística de los puestos de asistencia es fundamental. A diferencia de otros eventos masivos en los que he participado, sentí que los puestos de hidratación en Berlín en cuanto a longitud y número de voluntarios eran claramente insuficientes para la enorme cantidad de corredores presentes.
Conseguir un vaso con agua o bebida isotónica en cada uno de estos puntos se convirtió literalmente en una pelea con otros competidores, intentando no obstruir ni chocar con aquellos que estaban intentando hacer lo mismo. Cuando hay miles de participantes en un maratón, las estaciones de hidratación necesitan estar ubicadas en ambos lados de la vía facilitando que los corredores puedan dividirse, y deben tener una longitud adecuada para evitar en lo posible congestiones donde se suele perder bastante tiempo.
-EL RECORRIDO
Independientemente de que el recorrido de un maratón tenga más o menos elevaciones, y sea más o menos propicio para lograr buenos tiempos, uno de los aspectos que los corredores toman en consideración para elegir participar en una prueba es el atractivo que pueda tener en cuanto a los lugares históricos o naturales por los que discurre.
Berlín es una de las principales capitales de Europa, pero no se puede obviar que debido a la Segunda Guerra Mundial la ciudad quedó gravemente destruida, con la mayoría de sus edificios históricos afectados. El recorrido del Maratón de Berlín puede ser de los más rápidos del mundo, pero en cuanto a interés y belleza escénica, -con la salvedad de lugares muy específicos por los que pasamos como la Columna de la Victoria, el Reichstag o por supuesto cruzar en el kilómetro 42 por debajo de la Puerta de Brandeburgo-, en general me pareció un trazado bastante monótono y gris, sobre todo el segmento que se corre en el antiguo sector oriental.
-LOS TAXIS
En la parte de lo mejor antes hablé de lo cómoda y económica que fue la movilización dentro de la ciudad en los diferentes medios de transporte públicos. En contraposición a ello, lo que nos sorprendió fue el alto costo de los taxis, los cuales usamos para trasladarnos desde al aeropuerto al hotel donde nos hospedamos, y viceversa. Ambos trayectos superaron los 75 Euros cada uno, en un recorrido que no duró creo más de 20 o 25 minutos.
Literalmente el contador del taxi parecía volar, ya que creo que cada cinco segundos aumentaba el precio, -y eso que en los momentos en que nos tocó alguna luz en rojo-, por fortuna el taxímetro no seguía contando sino que se detenía.
Comparado con el nivel de precios que vimos por ejemplo al consumir en restaurantes y al comprar en supermercados, que casi siempre fue menor e incluso la mitad de lo que pagamos en Panamá, el costo de los taxis nos pareció excesivo. Valdría la pena investigar si se pueden contratar servicios privados tipo Uber o similar que supongan un ahorro respecto de estos taxis tradicionales.
Terminada esta pequeña evaluación, faltaría contestar la pregunta del millón: ¿Recomendaría entonces viajar a Alemania y correr el Maratón de Berlín? Mi respuesta sin lugar a dudas sería que sí. Y es que el Maratón de Berlín no solo es una prueba obligada para todos aquellos corredores y corredoras que quieran completar el circuito de los World Marathon Majors, sino que es una carrera que debería estar en el wish list de cualquier maratonista que ame esta maravillosa distancia.
¡Danke schön Berlin!
Me ha encantado el reportaje!
Me he emocionado leyéndolo!
👏👏👏♥️♥️
Gracias Javier, me alegro
FER
Muy exacto a lo que vi.
Solo falta catalogar esta maraton para que rango de corredores es buena.
Yo la catalogo que es óptima para corredores sub 2h30 h, para corredores que no les importe la marca o ritmos de ms de 4h
Correcto amigo, hay rangos de tiempo donde se juntan demasiados corredores. Si vas buscando una mejor marca personal, o corres a buenos ritmos o lo vas a tener más complicado, buscando siempre los laterales de la calle y las aceras para poder progresar. En mi opinión para el resto de la gente es una maratón para olvidarse algo del reloj y disfrutar, sin molestarse por si pierdes tiempo en los puestos de hidratación, cuando la calle se estrecha, etc. Saludos