Editorial: «La frustración del corredor»
Cuando un corredor prepara una carrera importante, por ejemplo, un maratón, se suele fijar ciertos objetivos y usualmente trabaja para que esas metas sean alcanzables. Es decir, pone especial cuidado no solo en el correr, sino en todos esos otros aspectos importantes que se vuelven cruciales en una carrera: entrenamiento de fuerza, alimentación, sueño, vitaminas, masajes, y un largo etcétera. Pero, ¿qué pasa cuando al llegar el evento, surgen circunstancias que el corredor no puede controlar, y no logra conseguir el objetivo? Enfermarte días antes (incluso un COVID), lesiones, problemas familiares, y en el momento de la carrera, el clima, problemas estomacales, ¡hasta los lentes de contacto! El corredor no puede controlarlo todo, pero es muy difícil gestionar la frustración cuando has hecho todo bien, y todo sale mal.
Se puede entender que duela no conseguir los objetivos, pero en principio debemos partir de un hecho: que amamos correr. No vamos a una carrera solo para llegar a la meta y que nos vean; toda la preparación es sacrificada y nos tiene que gustar, si no fuera así, mejor cambiar de deporte. Sin embargo, es saludable hacer un análisis de lo sucedido, y comprender que las circunstancias ocurren, que no todo lo podemos controlar, que siempre podemos volver a intentarlo.
«No vamos a una carrera solo para llegar a la meta y que nos vean, toda la preparación es sacrificada y nos tiene que gustar»
El objetivo de correr una carrera prestigiosa, o alcanzar cierto récord personal, puede ser muy importante para un corredor. Pero la preparación hay que disfrutarla, es todo un proceso donde nos transformamos física y mentalmente. En el caso de un maratón, son entre 12 y 16 semanas de esfuerzo y sacrificio, pero también de mucha ilusión. Y no hablamos de lo que implica adicionalmente cuando se trata de un evento en el extranjero. Una carrera importante es solo la cereza de ese pastel que se fue construyendo desde mucho antes.
Cuando las cosas no salen bien, hay que aprender a pasar página, y haciendo los ajustes necesarios donde se pueda, volver a intentarlo. Se entiende que uno pueda sentirse inseguro después de un mal resultado, pero cuando las causas no tienen que ver con un mal entrenamiento, sino que se deben a otros factores, tenemos que llenarnos de confianza y empezar otra vez. E importante, sin escuchar demasiado opiniones ajenas, pues si hay alguien que conoce cómo uno entrena, es uno mismo, no los demás.
Si estás pasando por una situación similar, te invito a que te autoanalices, revises lo ocurrido y te pongas una nueva meta igual a la anterior. Confía en ti mismo, mereces una segunda oportunidad.
Escribo este comentario casi dos años más tarde de la publicación de esta entrada, pero creo que tengo algo que aportar sobre frustración y resilencia, ante la imposibilidad de correr un maratón largamente entrenado y deseado.
En el momento de escribir esto, estoy a 24 horas de mi ya totalidad descartada participación en el Maratón de Madrid de 2024…
La del próximo domingo 28 de abril habria sido la 18a. ocasión (o más bien la 19a., como luego explicaré) que correría los 42,195 Km de mi ciudad, desde que en el año 2000 debuté aquí, con 24 años.
Nunca bajé de 3 horas (mi MMP fueron 3h:09′ en 2003, a los 27 años) pero hasta ahora todas mis marcas han sido Sub-4h.
Incluso bien entrado en la cuarentena, hice el Rock’n’Roll Madrid Marathon de 2021 en 3h:36′; en el de 2022 repetí casi la misma marca y en el de 2023 empeoré hasta 3h:47′ (tras una «pájara»).
Inscrito desde el pasado noviembre a la edición 2024, llevaba varias carreras de 10k y un Medio Maratón con marcas prometedoras que hacían prever que, este año sí, volvería a hacer sub-3h:30’…
Pero no podrá ser: a principios de año me lesioné gravemente el brazo, se me curó mal (tras varias semanas escayolado) y hace apenas un mes que tuve que operarme y detener radicalmente el entrenamiento (ya de por sí muy mermado tras el accidente).
Pero aún tengo una esperanza de poder resarcirme y lograr correr un Maratón «en» (que no «de») Madrid en este año. Me explico:
Objetivamente, llevo 10 «Mapomas» (las ediciones entre 2000 y 2009) y 7 «Rockanroles» (4 de 2014 a 2017 y 3, de 2021 a 2023); pero también corrí un 18° maraton «en» Madrid un tanto «peculiar».
Para compensar la cancelación del Maratón de Madrid’2020 por la Pandemia del Covid-19, a finales de abril de ese año la «Asociación Mapoma» organizó su «Virtual Run», una carrera solidaria para realizar «en casa» (de cualquier distancia), si bien sólo podía hacerse si tenías un chalet con jardín o, al menos, cinta de correr. Y hubo quien se hizo así sus 42k, pero no fue mi caso, porque no tengo ni lo uno ni lo otro (sólo mi bicistatic, que usé «a saco» durante el Confinamiento).
Justo al iniciarse mayo, la incidencia del Covid se redujo mucho, por lo que lenta y progresivamente fueron reabriéndose las calles para hacer deporte, todavía con muchos parques clausurados y horarios restringidos (para correr, sólo de 6:00 a 10:00 AM y de 20:00-23:00).
En apenas 15 días, organicé, entrené y finalmente corrí mi «Maratón Pirata», realizado el domingo, 17 de mayo de 2020: 42,72 km repitiendo varias veces un tramo del Anillo Verde Ciclista» (el carril-bici que rodea Madrid), concretamente entre los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz y San Blas-Canillejas.
Lo hice totalmente en solitario y autosuficiencia, llevando todo mi avituallamiento en una mochila (unos 4 kg) y, pese a todas las dificultades (en el Anillo habia muchísima gente recien «desconfinada», además de elevadas cuestas y varios cruces de carreteras), mi marca quedó dentro de las 4 horas «legales» para correr por las mañanas: 3h:53′:25″.
Cabe indicar que, pese a correr fuera de plazo, la «Asociación Mapoma» tuvo a bien darme su medalla de la «Virtual Run» por esta carrera.
Pues bien: tan pronto como el brazo me lo permita y pueda entrenar con un mínimo de regularidad, antes de terminar el año me comprometo a correr una 2a. edición de mi «Maratón Pirata». Escrito queda. Seguiré informando.
Hola Pablo, mil gracias por tu comentario. La verdad que tu resiliencia no se pone en duda. Te estamos escribiendo por privado ya que creo que nos podemos conocer en persona pronto.
Saludos
Fernando
Gracias por tus gratas palabras, Fernando.
Escribo al día siguiente de la celebración del 46° «Rock’n’Roll Madrid Marathon» del 28/04/2024 y, quizás por mi soberbia, o quizás porque -como decimos en España- «la cabra siempre tira hacia el monte»… ¡El caso es que lo corrí! Mi 19a. vez corriendo los 42,195 km de Filípides.
El lunes anterior todavía tenía el brazo escayolado y aún deberé llevar una muñequera rígida y hacer rehabilitación durante, al menos, un mes.
En esos 5 días anteriores al maratón apenas corrí 3 veces, en torno a una hora y no más de 12 -13km cada vez. Cierto es que, durante las 5 semanas anteriores con el brazo escayolado, había caminado muchísimo y hecho todo el «bicistatic» (o ciclismo in door) que pude.
Como dudo que el seguro de la carrera me cubriera en caso de accidente (o que siquiera me dejaran tomar la salida), oculté mi muñequera con unos manguitos de compresión. Afortunadamente la carrera transcurrió sin incidencias.
Obviamente, mi marca no fue «para enmarcar»: 4h:00′:54″, es decir, 13 minutos peor que el año anterior y 7 más que en mi «Maratón Pirata».
Ya habrá otras ocasiones para mejorarlo, en Madrid o en otro Maratón, cuando el brazo esté recuperado y pueda entrenar con más regularidad.
En cualquier caso, sigo deseando organizar y celebrar una 2da. edición de mi «Maratón Pirata», aunque ya no sería en solitario y autosuficiencia, sino para unos pocos corredores «de confianza» (8, 10, quizas 12), sin ánimo competitivo (la marca sería lo de menos, pero intentando no superar las 4h) y acompañados de 4 ó 5 amigos que, en bici, nos lleven el avituallamiento.
Un saludo de un madrileño agotado, entusiasmado… y «cabezón».
Jajaja, qué maquina, al final te metiste 🙂 Te mandé correo por privado, para que revises.
Saludos
Fernando