Editorial: «¿Qué pasa con la cultura deportiva en Panamá?»
Hace poco recibimos la noticia del fallecimiento de una conocida triatleta en Panamá, otra vez, por atropello mientras montaba bicicleta. No voy a entrar en los motivos por los que ocurrió, pues no estuve allí. Lo que me interesa mencionar es que los comentarios en redes sociales de personas que no son deportistas, como siempre que sucede algo así (lamentablemente no es la primera vez que ocurre), no se hicieron esperar, y la mayoría no fueron agradables.
En una Maratón de Panamá de no hace tantos años, fui testigo en redes de la indignación de mucha gente por el cierre de algunas calles un domingo a las 7 de la mañana. Y si se trata del Gran Fondo Océano a Océano, los organizadores casi tienen que pedir perdón por delante para anunciar su evento.
Siempre la molestia es que los deportistas realizan su entrenamiento en áreas no aptas para el deporte; para el ciudadano no deportista, un ciclista no debe salir del carril bici y un corredor no debe salir del parque. Pero lo que hay es una realidad: no existen muchas áreas para practicar deportes al aire libre. No tenemos buenas aceras, casi todas son muy angostas, irregulares, pedregosas, y las pocas que hay, suelen estar ocupadas por automóviles estacionados.
«Existe una molestia generalizada hacia el deportista por parte del resto de ciudadanos»
Noto que cuando se trata de otro tipo de eventos (carnavales y otras festividades) el panameño no se queja si cierran calle, si generan ruido, etc. ¡Pero señores, no a todo el mundo le gusta el carnaval! En cambio, si el evento es deportivo, los no-deportistas saltan. Por ello es tan difícil pedir los permisos para cerrar calles en ciertas carreras, generalmente en la ciudad, pues las autoridades no desean la responsabilidad de lidiar con los ciudadanos. A mí me hablan de que esa es la cultura del panameño… pero yo siento que el panameño cada vez hace más deporte. Sin embargo, cuando uno de estos deportistas representa a Panamá, entonces todo el mundo está orgulloso. ¿Dónde creerán que entrenan?
Solo para que conste, los eventos deportivos también generan dinero, no solo esparcimiento para el que lo practica. Proveen fuentes de trabajo a cientos de personas que ni imaginamos: personal de montaje de tarima, planta eléctrica, baños, etc., los que reparten agua y medallas, personas que brindan productos de patrocinadores en toldas, los que se encargan de la basura, en fin, un sinnúmero de personas trabajan en estos eventos como un ingreso adicional. Y no cuento lo que consume el propio deportista, desde una botella de Gatorade hasta un par de zapatillas, un reloj GPS o una bicicleta, el mundo del deporte en Panamá, aunque pequeño, genera buenas ventas y contribuye a la economía. Casi tanto como el licor y la fiesta.
Y lo más importante, el deporte genera salud y bienestar.