Tipos de zapatillas que no deben faltar a un corredor
Cuando se entrena recurrentemente, es importante contar con más de un par de zapatillas
Debemos ser intencionales a la hora de comprar zapatillas, no solo deben ser bonitas, sino funcionar para nuestro tipo de entrenamiento.
Por Tere Lasso – Maratonista
Panamá – @tere_loveandrun
Cuando una persona empieza a correr, por lo general lo hace poco a poco, un par de veces por semana y en cortos periodos de tiempo. Para esto no es necesario tener muchos pares de zapatillas, con uno sería suficiente al inicio, siempre que sea un “buen par” de zapatillas. Es decir, zapatillas cómodas, para el tipo de pisada del corredor, que hayan sido probadas y con una buena amortiguación.
Obviamente, no está de más tener EL segundo par, pues lo más seguro que hay en Panamá es que llueve con frecuencia, y contar con otro par permitiría asegurar el correcto secado de las primeras.
Sin embargo, en este artículo nos vamos a referir a corredores un poquito más experimentados, que entrenan 3-4 días en adelante por semana, y que por lo general pertenecen a un grupo de entrenamiento con planillas específicas. Al hacer distintos tipos de entrenamiento cada semana, las necesidades de amortiguación, peso, etc, son diferentes, por lo que las vamos a recopilar en dos grupos, las más básicas, y las que no está de más tener.
Zapatillas básicas
–Zapatillas de entrenamiento diario: Son las más importantes, y no estaría mal tener dos pares. Deben ser cómodas, con un peso intermedio de acuerdo al peso del corredor (ni muy amortiguadas ni muy livianas), y funcionan muy bien para rodajes cortos y fondos largos. Ejemplos: Brooks Ghost, Asics Gel Cumulus, Saucony Ride y New Balance 880.
–Zapatillas más livianas: Para trabajar velocidad, ya sea en entrenamientos de series o tempo run. Deben ser zapatillas de un menor peso que las de diario. También pueden ser utilizadas en carreras de 5 y 10 kilómetros. Ejemplos: Saucony Kinvara, New Balance Rebel y Brooks Launch.
–Zapatillas amortiguadas: Para días de recuperación, donde no importa el pace. De querer comprar unas, que sean las de mayor amortiguación que podamos obtener. Suelen ser zapatillas de alto costo. Ejemplos: New Balance 1080, Brooks Glycerin, Hoka One One Bondi y Saucony Triumph.
Zapatillas que no estarían de más
–Zapatillas de competencia: Zapatillas con placa de nylon o carbono, diseñadas sobre todo para carreras de 21 y 42 km. Hay que tomar en cuenta que algunos modelos con placa de carbono tienen un kilometraje limitado para carreras, aunque pasado este periodo se pueden utilizar para entrenamientos de calidad. Ejemplos: Saucony Endorphin Speed/Pro, Brooks Hyperion, Nike Vaporfly Next % y Asics Metaspeed Edge.
-Zapatillas para trillo: Aun cuando no seas un corredor “trillero”, es bueno tener un par de zapatillas de trillo con buen agarre y sujeción, para aquellos entrenamientos de montaña donde se entrena la fuerza. Ejemplos: Saucony Peregrine, Brooks Cascadia y Hoka One One Speedgoat.
Notarán que al hablar del peso, no detallamos un peso específico; aquí dependerá mucho del peso del corredor y subjetivamente cómo se siente con la zapatilla puesta, pues lo que es liviano para uno, puede ser pesado para otro.
Resumiendo, es importante contar con al menos dos pares de zapatillas, pero si tenemos oportunidad de ir adquiriendo más, debemos hacerlo con sentido, en función de los tipos de entrenamiento que llevamos a cabo.
Es motivador tener muchas zapatillas, y con este artículo les damos una excelente excusa para tenerlas 😉, pero más allá de poder combinarlas con el outfit del día, su importancia radica en evitar un desgaste muy rápido, prevenir lesiones y en caso de lluvia, que tengan un óptimo tiempo para secar. En ese mismo orden, también recomendamos llevar el kilometraje de cada una, para saber cuándo reemplazarlas llegado el momento; ahora esto se hace muy sencillo, ya que se puede registrar en los relojes de entrenamiento.
Gracias por compartir