Diccionario Runner: Orieentering (Carreras de Orientación)

En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.

Por Fernando Revuelta – Maratonista

El término “Orieentering”, designa una modalidad deportiva en la cual el participante, con la ayuda de un mapa y una brújula, deberá pasar en el menor tiempo posible por unos determinados puntos de control que aparecen reflejados en el propio mapa, los cuales tienen su correlación física sobre el terreno en esas posiciones exactas.

Conocida en los países de habla hispana como Orientación deportiva, Carreras de Orientación o sencillamente Orientación, su origen se remonta al siglo XIX en Suecia, cuando se comenzó a practicar dentro de la esfera militar. Muy pronto se popularizó al resto de los países nórdicos y otras naciones de Europa, ampliando su ámbito también al sector civil. En la actualidad, existen miles de practicantes y pruebas en todo el mundo, e incluso en los países de mayor tradición, los conceptos básicos de orientación se enseñan en las escuelas desde temprana edad dentro de la materia de educación física.

Los elementos básicos de la Orientación son el mapa y la brújula. Se puede practicar Orientación con cualquier mapa topográfico, pero los específicos suelen ser a escala de 1:15,000, con un gran nivel de detalle. Cualquier elemento del terreno debe aparecer reflejado en el mapa, por lo que es muy importante que estén actualizados. Entre los elementos señalados con su propia simbología encontraremos cursos de agua (ríos, fuentes, lagos, canales, quebradas), viviendas y otras construcciones (monumentos, cabañas, cercados, muros), elementos de la naturaleza (zonas de arbolado, bosque bajo, prados), vías de comunicación (carreteras, caminos, sendas), líneas eléctricas y torres de telefonía, vías de tren, y cualquier otro accidente del terreno que por ser característico sea identificable (por ejemplo, una roca o árbol aislado). En los mapas de Orientación también resulta muy importante el relieve y las curvas de nivel (suelen tener una equidistancia de 5 metros), lo cual suministra información muy valiosísima sobre las elevaciones y depresiones del terreno.

Aunque podemos practicar Orientación con un mapa en blanco y negro, usualmente son a color, asignándose el color azul para todo lo relacionado con el agua, el negro para los elementos hechos por el hombre, el verde para la vegetación (en diferentes intensidades según la espesura de la misma), el blanco para el bosque donde se puede correr sin problemas, el amarillo para zonas sin vegetación, el marrón para las curvas de nivel y detalles del terreno, y el rojo para señalizar la salida/meta, puestos de control y zonas prohibidas.

La Orientación por lo general se realiza de modo individual, pero también existen las modalidades de equipos y relevos. Se practica usualmente en áreas y espacios naturales, aunque también se puede realizar en zonas urbanas, donde obviamente es más sencillo orientarse. Existen diferentes modalidades en la Orientación, siendo la más común la de carrera a pie, pero también es frecuente la Orientación en bicicleta, a caballo o en esquís. La Orientación se puede realizar tanto de día como en horas nocturnas, pero de noche encontrar los puntos sobre el terreno a pesar de llevar iluminación resultará más complicado.

En las pruebas de Orientación se suele salir en modo “contrarreloj”, entregándose el mapa con el recorrido al corredor poco tiempo antes de su partida. Lo deseable es que el participante no conozca a detalle el área en el que va a correr de modo previo, aunque esto resulta muchas veces imposible porque los mapas específicos de Orientación suelen ser limitados, y con frecuencia los eventos se deben celebrar en las mismas zonas. Una vez que el corredor toma la partida, deberá “leer” a la mayor rapidez el mapa para orientarse y trazar una estrategia de carrera que le permita ir pasando en el menor tiempo posible por todos los puntos de control del recorrido. Aquí es donde aparece el otro elemento básico de la orientación, la brújula. Aunque se puede usar cualquier brújula, existen modelos específicos para orientación, las cuales son planas y transparentes para poder ponerlas sobre el mapa, y con limbo móvil para poder trazar rumbos. También hay unas llamada de “dedo” para corredores experimentados (van sujetas con una cinta en el dedo gordo de la mano). En la Orientación casi nunca el camino en línea recta (aunque sea el más corto), es el mejor, ya que hay que contar con los accidentes y elevaciones del terreno a la hora de decidir la ruta más eficiente.

Para demostrar que el corredor ha pasado físicamente por los puntos de control ubicados en el terreno, estos puntos estarán señalizados con una baliza (de color blanca y naranja), la cual se verá a cierta distancia. Junto a la baliza habrá una pinza, la cual al perforar la hoja de control en el espacio asignado a ese punto dejará un patrón específico, lo que servirá como justificante de que el corredor encontró esa ubicación. En la actualidad, el sistema de pinzas está siendo sustituido en muchas pruebas por chips digitales que cumplen similar función y son más precisos.

Aunque en la Orientación es importante correr rápido, lo es más saber por dónde correr, manteniendo siempre nuestra posición orientada, y realizando una navegación con ayuda del mapa y la brújula que nos permita tomar las mejores decisiones sobre la ruta a tomar en cada punto de control hasta el siguiente.