Editorial: «El esfuerzo»

A veces me pregunto, ¿qué es el esfuerzo? o ¿quién dice qué es el esfuerzo?, porque continuamente leo en redes sociales a “expertos entendidos” del running opinar sobre quién se esfuerza y quién no. ¿Quién tiene derecho a decidirlo? Creo que nadie tiene derecho, es una percepción de cada persona.

En nuestra cultura panameña, muchas veces esforzarse equivale a conseguir un podio o hacer determinada marca en una carrera, pero ¿por qué? Hay mucha gente que sus condiciones de vida le impiden, por ejemplo, desplazarse por las mañanas a entrenar a un lugar donde podría hacer un mejor entrenamiento, pues tienen que ir a trabajar. Incluso esas mismas personas salen agotadas por la tarde de su jornada laboral, pero intentan a esa hora hacer su entrenamiento. ¿Estas personas se esfuerzan menos que otras? Yo considero que no. En este caso, el esfuerzo probablemente no reflejará los resultados.

Otras personas tienen niños en el colegio, y hacen mil malabares para alistarlos por las mañanas. En la tarde, cuando se supone hay tiempo para entrenar, con frecuencia surge un “mamá, necesito que me compres esto para una tarea, ¡y lo necesito ya!» adiós entrenamiento, ¡hola escuela! Quizás para esta persona ese entrenamiento se perdió, ¡next! ¿Estas personas se esfuerzan menos que otras?

«El esfuerzo es una percepción de cada persona»

También está el tema económico. Si bien es cierto se necesita invertir en suplementación, proteínas, fisioterapia, un buen entrenador, etc para rendir mejor y conseguir resultados, ¿qué pasa cuando un corredor financieramente no puede hacer ese gasto y de milagro puede reemplazar zapatillas? ¿debe dejar de correr? En este caso, ¿el rendimiento equivale al esfuerzo? El corredor no tendrá un rendimiento excelente, pero el esfuerzo sigue siendo grande.

No se trata ahora de decir que el que puede salir a entrenar temprano, luego montarse en su carro e ir tranquilamente a trabajar, no se esfuerce. Que una mamá que tiene ayuda en casa y no se tiene que preocupar por algunas tareas para poder salir a entrenar, no se esfuerce. Ni que el que toma proteínas y se hace masajes deportivos no se esfuerce. Solo quiero que miremos con luces un poco más largas a otras y otros deportistas, que quizás no tienen grandes marcas, ni se acercan a un podio, pero que su esfuerzo probablemente sea el triple para mantenerse en este apasionante mundo que llamamos running. A veces es muy fácil comparar sin tener en cuenta que la realidad de unos y otros deportistas, no es igual.

Me da alegría ver llegar a la meta de carreras a estas personas anónimas pero que muchas veces conocemos de vista, gente con sus propios problemas, enfermedades, y diversidad de temas familiares y financieros, pero que también tienen derecho a tener objetivos y sueños.

¿Quién tiene el derecho a decidir quién se esfuerza más que quién?