Las mejores zapatillas para correr en una maratón
Lo más importante al elegir un calzado para maratón es que nos ofrezca un buen ajuste y sea cómodo
Ajuste, amortiguación, peso y transpiración, son los cuatro elementos principales a considerar al momento de elegir un calzado para maratón.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
Team BROOKS Panamá – @fer_panama
Enfrentarse al reto de correr una maratón siempre es un enorme desafío, tanto para aquellos corredores que cuentan ya en su palmarés con algunas completadas, como para los que afrontan como noveles sus primeros cuarenta y dos kilómetros. Son muchos los aspectos de entrenamiento, nutrición y afines que un corredor debe considerar cuando toma la decisión de ser de la partida en un evento de maratón, pero entre ellos se destaca como uno de los más importantes, la elección del calzado adecuado.
En primer lugar, a la hora de elegir un calzado de correr, e independientemente de la distancia a cubrir, deberemos saber si nuestra forma de pisada se corresponde con la de un corredor neutro o necesitamos soporte lateral. En la mayoría de las tiendas especializadas nos pueden realizar un test que nos va a confirmar este aspecto. Después de eso, estaremos en condiciones de elegir el modelo que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
En la actualidad, la mayoría de las principales marcas deportivas del mercado tienen entre sus catálogos modelos específicos para largas distancias, como es la prueba de maratón, pero con mucha frecuencia algunos corredores me consultan sobre este tema, ya que dudan de las recomendaciones ofrecidas por las propias marcas o recibidas de los vendedores en las tiendas.
Es importante saber que en un calzado de running podemos encontrar muchos diferentes parámetros y características, pero hay cuatro aspectos que se destacan cuando hacemos referencia a un modelo idóneo para maratón.
1. Ajuste
Siempre es conveniente y deseable que una zapatilla de correr se ajuste correctamente al tamaño y morfología de nuestro pie, cuestión que toma enorme trascendencia cuando hablamos de completar 42 kilómetros. Para competir en una distancia menor en ocasiones los fabricantes de calzado deportivo ofertan modelos que priorizan la ligereza y capacidad de respuesta sobre la comodidad, y ante ello podemos afrontar o no el riesgo que esto supone para nuestra anatomía. Pero si nos ponemos en modo maratón, debemos ser conscientes de que en el mejor de los casos y siendo un atleta élite, estaremos más de dos horas corriendo, no digamos si pertenecemos al grupo de corredores “mortales” que requieren de tres, cuatro o más horas.
Es fundamental que nos sintamos cómodos con el calzado que hayamos elegido para correr nuestra maratón. No se puede iniciar una prueba de este calibre sabiendo de antemano que con gran probabilidad vamos a sufrir de molestas rozaduras o ampollas en los pies, fruto de que el tamaño, horma o características del modelo, no se acomodan a nuestras necesidades. No hay peor cosa para un corredor de maratón que llevar un calzado de talla más pequeña que la indicada, ya que con el paso del tiempo y los kilómetros, nuestros pies tenderán a dilatarse. Igual de contraproducente resultará llevar un calzado en el que el pie oscile a pesar de realizar una fuerte lazada, bien por ser de una talla más grande, o por tener una horma demasiado amplia.
2. Amortiguación
Todos los calzados tienen tres partes principales superpuestas: la superior denominada upper construida con material generalmente tejido y sintético; la media suela conformada por una o varias espumas; y la parte de la suela de caucho en diversas densidades que es la que finalmente apoya en el piso. El nivel de amortiguación en una zapatilla de correr depende básicamente de su media suela, tomando en consideración el tipo de espuma o espumas utilizado, la cantidad de espuma presente, y la conformación en que esta se arma, que puede ser por capas o de manera homogénea. No todas las espumas por supuesto tienen la misma densidad, unas son más rígidas y otras más suaves, incluso hay espumas denominadas adaptativas, las cuales reaccionan de manera diferente según el impulso que aplique el corredor en particular. Adicional a la espuma, las medias suelas también pueden incorporar a la vista o de manera oculta otros componentes, como piezas de diversas formas de TPU (poliuretano termoplástico), cápsulas de aire o gas, insertos de gel, y más recientemente, hasta placas de fibra de carbono.
Al correr una maratón son miles las zancadas que daremos durante el recorrido, y en cada una de ellas siempre estará presente una fase de apoyo y otra de despegue. Es en ambas fases donde el grado de amortiguación de nuestro calzado influirá en que se produzca un mayor o menor retorno de la energía. De modo general se puede afirmar que el mayor o menor grado de amortiguación de un calzado tendrá influencia directa en la presión ejercida sobre nuestro organismo, especialmente sobre las articulaciones y los grupos musculares de nuestro tren inferior. El preservar en las mejores condiciones posibles la musculatura durante nuestra maratón, sobre todo en la parte final, será fundamental para garantizar un buen desempeño.
3. Peso
En el sector del calzado deportivo podemos encontrar muy diferentes modelos en cuanto al peso del propio calzado, pero generalmente el peso de una zapatilla de correr estará en el rango de los 200 a 350 gramos. Como es obvio, el peso de una zapatilla dependerá de las características de los materiales usados en su fabricación y de la cantidad presente de los mismos. Usualmente una zapatilla de alta amortiguación tendrá una mayor cantidad de espuma, lo que supondrá correlativamente, un mayor peso. Pero al contrario, no toda zapatilla catalogada como pesada, significará que necesariamente tenga buena amortiguación.
4. Transpiración
Este parámetro hace referencia a la capacidad de la zapatilla para evacuar la humedad que se produce dentro del habitáculo hacia la parte exterior del mismo, favoreciendo con ello que el pie se mantenga más fresco y seco. Adicional, una buena transpiración contribuirá a que no se acumule excesivo líquido en el propio calzado, lo que es tanto como decir, que la zapatilla no se ponga más pesada. En lugares con alto grado de humedad y temperatura, es importante cuando vayamos a correr maratón el contar con un modelo que tenga buena transpiración, puesto que resulta muy incómodo y molesto correr sintiendo en cada zancada el reconocible “chof-chof” de una zapatilla encharcada.
Recomendaciones
El parámetro más importante que debemos tener en consideración al elegir un calzado para maratón es que nos ofrezca un buen ajuste y sea cómodo, incluso después de varias horas de uso. Iniciar un maratón sintiéndonos ya de salida a disgusto con nuestras zapatillas es sinónimo de fracaso. Casi a la par debemos fijarnos en la amortiguación, la cual debe ser mayor según sea nuestro peso corporal. El peso de la zapatilla no debe ser un factor determinante a la hora de elegir nuestro calzado de maratón, salvo para aquellos atletas élites de poca envergadura corporal que busquen correr a ritmos rápidos. El nivel de transpiración del calzado tampoco debe ser un factor decisivo para nuestra elección, solo una variable a considerar que puede inclinar la balanza ante modelos que en el resto de parámetros sean similares.
Para terminar, la regla básica de todo maratonista es la de no estrenar ningún artículo el día de la prueba, y menos el calzado que vamos a usar. Por ello es altamente recomendable haber probado las zapatillas con las que pensamos correr en el maratón en varios de los fondos largos realizados durante la etapa de entrenamiento. Ello nos dará la confianza necesaria para saber que nuestro calzado estará a la altura de las exigencias a las que le vamos a someter.
Excelente artículo coach!