Spartathlon: 246 kilómetros entre las ciudades de Atenas y Esparta
La tradición señala que los finalistas al llegar a Esparta deben besar los pies de la estatua del Rey Leónidas, en señal de respeto y agradecimiento.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
La Spartathlon es una de las carreras de ultradistancia de mayor exigencia a nivel mundial, ya que comprende un recorrido de 246 kilómetros entre las ciudades griegas de Atenas y Esparta que debe cubrirse en un tiempo máximo de 36 horas. La salida se ubica en las inmediaciones de la Acrópolis de Atenas, y concluye frente a la estatua de Leónidas I, el rey espartano que murió en la batalla de las Termópilas luchando contra los persas.
La génesis de la prueba tiene sus antecedentes en los relatos del historiador griego Heródoto, el cual narró el viaje del mensajero Filípides desde Atenas a Esparta para pedir ayuda contra los persas en la Batalla de Maratón, llegando a su destino al día siguiente de su partida. Tomando como inspiración este relato, el comandante de la Royal Air Force John Foden, junto con otros cuatro oficiales británicos, viajaron a Grecia en 1982 para probar si era posible cubrir los casi 250 kilómetros en un día y medio. Tres de ellos, incluyendo a Foden, tuvieron éxito, y en 1983 se celebró la primera competencia oficial que reunió a 45 participantes.
Para participar en la Spartathlon se debe superar alguno de los criterios que marca la organización, los cuales hacen referencia a ciertas pruebas y tiempos: hacer previamente al menos 120 kilómetros (hombres) / 110 kilómetros (mujeres) en una prueba de 12 horas; lograr 180 kilómetros (hombres) / 170 kilómetros (mujeres) en una prueba de 24 horas; o conseguir un tiempo de 21 horas (hombres) / 22 horas (mujeres) en una prueba de 100 millas, entre otros. Los participantes que logren mejorar en un 25 % estos límites mínimos tienen asegurado entrar directamente a la prueba, mientras que el resto debe aplicar y esperar a ser elegido en la lotería.
La inscripción a la prueba tiene un costo de €600, y la misma también incluye ciertos transportes locales y el alojamiento por seis días en hoteles de Atenas y Esparta.
Durante los 246 kilómetros del recorrido hay 75 puestos de asistencia de la organización con hidratación y diferentes tipos de alimentos (a una media de un puesto cada 3.5 kilómetros), pero solo en algunos puestos específicos se permite que los equipos de apoyo de los corredores estén presentes.
La Spartathlon tiene numerosas curiosidades:
– Por motivos de seguridad, no se permite que los participantes lleven dispositivos para escuchar música.
– La ruta discurre casi en su totalidad por carreteras y caminos con tránsito abierto, incluyendo la presencia de numerosos perros sueltos.
– Los dos primeros puestos de asistencia permitida a los equipos de apoyo no son hasta los kilómetros 43 y 80. Posteriormente ya se encuentran a menor distancia.
– El famoso corredor de ultradistancia estadounidense Scott Jurek ganó la prueba en tres ocasiones de modo consecutivo (años 2006, 2007 y 2008).
– Las cuatro mejores marcas de la Spartathlon pertenecen al griego Yiannis Kouros, estando el récord de la prueba en 20 horas y 25 minutos desde la edición de 1984.
– En el año 2020 la prueba tuvo que ser suspendida debido al COVID, siendo el ganador de la edición del 2021 el griego de 39 años Fotis Zisimopulos con tiempo de 21 horas 57 minutos y 20 segundos, la quinta mejor marca de la historia.
– En el kilómetro 160 se produce la ascensión nocturna al monte Partenio, en el cual la leyenda señala que el dios Pan se apareció durante las guerras médicas a Filípides. Esta dura ascensión está llena de rocas y arbustos, y en solo un kilómetro se suben 300 metros positivos (desnivel 30 %).
– Aproximadamente solo un tercio de los corredores que inicia la prueba logra alcanzar la meta; en la última edición de la carrera celebrada el 24 de septiembre de 2021, partieron 280 corredores y finalizaron 167.
– La recompensa para los ganadores no es económica, ya que no se otorgan premios en efectivo, solo placas conmemorativas. Adicional, todos los finalistas reciben una corona de laurel y un cuenco con agua sagrada del río Eurotas.
Fotografía cortesía Sparta Photography Club
