Diccionario Runner: ¿Qué es el Plogging?
No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia
En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
El término plogging nace de la contracción del vocablo sueco “plocka upp”, que significa recoger del piso, y del verbo anglosajón “jogging”, y hace referencia a una modalidad originada a partir del 2016 en Estocolmo que combina correr, con la recolección de basura tirada en los lugares usuales donde nos ejercitamos. De este modo se altera lo que es una carrera continua, y se convierte en algo más parecido a un entrenamiento interválico, en el que hay periodos en los que se realiza una actividad diferente. Para practicar plogging solo necesitamos llevar con nosotros una bolsa, preferiblemente no plástica, para ir depositando en ella aquellas botellas, latas, cartones u otros desperdicios que nos encontremos en nuestra ruta o proximidades, sin tener que salirnos mucho de nuestra trayectoria.
Desde el punto de vista del esfuerzo físico y requerimiento de energía, el plogging va más allá de los parámetros a los que estamos usualmente acostumbrados en nuestras sencillas rutinas de carrera, ejercitando nuestras articulaciones y músculos en ángulos diferentes cuando paramos para realizar el gesto de recoger el desperdicio del suelo. También algunos practicantes señalan que el gasto calórico es mayor que cuando corremos de manera continua, y sobre todo destacan la satisfacción que se siente cuando uno ve su bolsa llena de residuos que ya no estarán más en el piso.
Aunque no hay una técnica específica para la práctica del plogging, se recomienda no llevar una bolsa demasiado grande, ir alternándola periódicamente de brazo, así como ir cambiando de igual modo la pierna que dobla y la mano que recoge el residuo, con la finalidad de que el cuerpo trabaje de la manera más simétricamente posible. En lo que respecta al tiempo, de 30 a 45 minutos de plogging es una buena rutina de entrenamiento para un deportista promedio. Si la persona no tiene la capacidad para trotar toda la sesión, puede caminar por tramos para hacerlo más llevadero.
Después de terminar nuestra jornada de plogging, lo ideal es catalogar lo recogido por el tipo de material del que se trate, para posteriormente y una vez agrupado, depositarlo en algún contenedor específico o centro de reciclaje donde se le pueda dar el uso adecuado. Esto es más sencillo cuando se practica plogging en grupo, pero en su defecto, optaremos sencillamente por dejar lo recolectado convenientemente en un basurero o tinaco.