Mi Primera Maratón: Gilberto Guevara
Maratón Internacional de Panamá 2019 (Panamá)
Por Gilberto Guevara – @guevaragilberto
A mi hija Isabel le incomoda mucho el escuchar que llamen maratón a cualquier carrera que no sea los 42.195 km. En una carrera popular en la que participé, el animador dijo por el micrófono que pronto empezaría la maratón, siendo esta una carrera de solo 5 kilómetros. Yo no dije nada al respecto, pero minutos después lo escuché decir así: “Ya me vinieron a corregir que esta no es una maratón, es una carrera de solo 5 kilómetros”; y sí, era mi pequeña hija de 8 años la que estaba en la tarima sacando de su error al comentarista. Pero de hecho ella tiene razón, ninguna otra carrera se podrá comparar jamás con la dureza y exigencia de una maratón.
En este sentido permítanme compartir mi experiencia como atleta popular, uno de esos corredores de los que cada día busca tiempo para ejercitarse de donde no lo hay, que intenta darlo todo en los entrenamientos y que en su tiempo libre sueña con lograr sus objetivos en cada competencia.
Mis antecedentes
Mis inicios en el running se dieron a mediados de 2017, cuando por problemas de salud y mucho (pero mucho) sobrepeso, decidí experimentar en la carrera a pie. Debuté en mi primera competencia el 8 de octubre de 2017 en los 21 km del Circuito City en Gamboa, Panamá. Participé dentro de un grupo en la modalidad de relevos, donde cada corredor debíamos recorrer 7 km en nuestro tramo; esto fue posible gracias a la motivación que me brindó la líder del Team Colon Runners, la Lcda. Celeste Cortes.
¿Cuándo decidí correr mi primera maratón?
No es fácil saber el momento adecuado para tu primera experiencia en enfrentar los 42.195 kilómetros. Es frecuente entre los corredores que nunca han corrido un maratón tener dudas sobre si tendrán la madurez suficiente para debutar o no en la distancia. En relación a este tema, cierta vez llegó a mí una frase que me impactó que decía: “El maratón te llama”,… y definitivamente es así, tú no escoges la fecha, es el maratón el que te elije para correrlo.
Planificación
En el año 2019, en conversación con mi familia, decidimos que yo correría la XLIII Maratón Internacional de Panamá. De paso permítanme aconsejarles que siempre involucren a su familia en esto, ya que es de mucha importancia contar con su apoyo en este tipo de proyectos; mi esposa Linette y mi hija Isabel, estuvieron de acuerdo en apoyarme en esta aventura.
Necesidad de un coach
Ahora necesitaba un entrenador, pero no cualquier entrenador, tenía que ser uno que además de conocer la teoría del maratón, debía tener experiencia en el tema; también debía ser alguien que tuviera mi completa confianza, pero sobre todo, que no me cobrara jajaja,… y como es costumbre en esos momentos, buscar amigos es la mejor opción; pensé de inmediato en mi amigo Fer_Panama; debo mencionar que no fue fácil convencerlo, todavía lo recuerdo decir… “No, yo no soy buen entrenador”; pero como un gran amigo, aceptó entrenarme y pactamos la fecha de inicio del entrenamiento y sus condiciones.
Inicio del entrenamiento de 12 semanas pre-maratón
Mi coach diseño un plan de entrenamiento,… lo vimos,… lo discutimos,… consensuamos y acordamos que para el 1 de septiembre del 2019 iniciaría mi primera semana de las 12 que contemplaba el plan. Con mucho nerviosismo, y bajo los consejos, instrucciones y recomendaciones del coach, emprendimos el reto. Me propuse con la ayuda de Dios no fallar ningún día de entrenamiento, así no pudiera completarlos del todo. No es nada fácil el período de entrenamiento, porque conlleva mucha constancia y sacrificios que no todos están dispuestos a afrontar.
Encontrar el tiempo de entrenamiento pre-maratón
En 2019 disponía de poco tiempo para entrenar, ya que en esos días estaba por terminar mi carrera universitaria, atendía mi trabajo, los deberes del hogar, asuntos de mi iglesia, a mi esposa e hija, entre otras cosas, pero siempre gracias a Dios, pude sacar el tiempo para entrenar. Suelo mencionar que la buena experiencia del maratón no solo es del día de la carrera, sino que también se disfruta mucho durante el periodo de entrenamiento.
Final de las 12 semanas de entrenamiento pre-maratón
Como mencioné antes, no fue nada fácil este periodo de entrenamiento, ya que exige mucho de los corredores, pero no solo de nosotros, sino también de nuestras familias. Un día normal de la semana incluía levantarme a las 3:15 a.m. para mi devocional; luego viajar al trabajo muy temprano, ya que realizaba los entrenamientos cerca de allí antes del inicio de mi jornada de trabajo; por supuesto, debía cumplir con mis 8 horas laborables; salía del trabajo a las 4:00 p.m. y debía llegarme a la universidad para mi cátedra, para después entonces, regresar a casa muy tarde en la noche e iniciar mis deberes y tareas asignadas.
Esto sucedía durante los días de semana, pero el domingo eran de fondo largo, donde además de entrenar debía descansar por la dureza del entrenamiento. Gracias a Dios culminaron esas 12 semanas y lo mejor de todo esto es que no tuve lesión, solo la confianza de haber hecho mi parte.
El día llegó
No podía creer que el 24 de noviembre del 2019 había llegado. Fue la fecha que estará en los registros de la historia de mi vida y la de mi familia para siempre. Frecuentemente escuchamos a los expertos aconsejar dormir muy bien la noche anterior a la carrera, pero definitivamente, sabemos que es lo contrario, se hace muy complicado descansar. Gracias a una compañera tuvimos hospedaje para mi persona y mi familia cerca de la partida, y eso fue una bendición, ya que mi residencia se ubica a más de 75 kilómetros de distancia. Esa noche nos levantamos a las 3:00 a.m., nos alistamos, oramos y salimos hacia el área de salida temprano para evitar el estrés.
Sensaciones antes de la largada
Los sentimientos antes de iniciar la competencia son indescriptibles, y bueno, si lo tengo que explicar sería como una mezcla de emoción + temor + determinación,… en realidad muchas cosas más. Gracias a Dios nunca tuve una lesión en las semanas de preparación, conocía mi ritmo, planeamos una estrategia de carrera y todo estaba listo para la partida.
A las 4:15 a.m. sonaron las hermosas notas del himno nacional de Panamá, waooo,… ¡qué bien!… ya quería salir corriendo; estaba al tope de adrenalina y emoción, lo único que quería en ese instante era empezar a correr al ritmo planificado. Miraba alrededor y veía a mi hija con la cámara, a mi esposa saludando, a los compañeros emocionados, -esos compañeros con los que hice varios de los fondos de preparación-, y en ese momento, todos en silencio, con ojos llenos de ilusión y esperanza, pero al mismo tiempo, con la incertidumbre sobre qué nos depararía el resto de la mañana durante esos 42 kilómetros. Así hasta que por fin,… dieron la señal para partir.
Inicia la carrera
Sin darme cuenta mis pies comenzaron a dar sus primeros pasos,… parecía que ellos tenían el control de todo mi ser; por supuesto, después de entonar a toda voz el himno nacional tenía mi emoción a tope. Como ya estaba advertido de no acelerar al principio dejándome llevar por la adrenalina, -sino que por el contrario debía ajustarme al ritmo acordado-, consultaba mi reloj cada corto tiempo, y sí,… cada vez que lo consultaba debía bajar mi ritmo. El cielo todavía estaba oscuro, y las calles de Panamá lucían tan hermosas como nunca las había visto. No fue sencillo ver que en algunas ocasiones me rebasaban corredores con ritmos más rápidos al mío, ya que aunque yo tenía la energía en esos momentos para seguirlos, me había comprometido con seguir un plan y debía cumplirlo.
Los primeros 10 kilómetros
Aunque parezca un disparate tengo que decírselo: “Es más difícil mantener un ritmo suave que llevar un ritmo fuerte”; estos primeros kilómetros fueron relativamente fáciles, sin complicaciones, buenas sensaciones, buen ritmo cardiaco, las piernas óptimas, algún que otro chiste entre el grupo en el que marchábamos, y algo de agua para mantener la hidratación.
Kilómetros del 10 al 20
En el kilómetro 15 debíamos pasar por el área de la llegada; levanté mis ojos y al aproximarme vi a los míos, pero me sorprendió ver a más integrantes de mi familia que no esperaba asistirían a apoyarme,… mi suegra, mi cuñada, mi cuñado, la prima, tía y sobrinos de mi esposa… eso me alegró mucho; entre la multitud también había compañeros de mi Team Colon Runners, que a pesar de que no corrieron ese día, invirtieron su tiempo, recursos y su gran cariño para acompañarnos; tengo que destacar que por parte del equipo participábamos un total de 8 corredores para los que esta era nuestra primera maratón.
Kilómetros del 20 al 35
A pesar de que entrené muy fuerte, el maratón no fue, ni es, ni será fácil; todavía no entiendo que pasó, pero después del kilómetro 25 empecé a experimentar por primera vez en mi vida lo que llaman calambres; estos fueron tan fuertes que me vi obligado a reducir y hasta detener la marcha por ratos; a Dios gracias, los espectadores y otras personas que estaban apoyando a sus corredores en el recorrido me prestaron auxilio en esos momentos.
Entonces de golpe todo lo chévere se me estaba desmoronando,… ya no era tan divertido jajaja. Pensé en todo lo que pasé entrenando antes de esta carrera para ahora rendirme… ¡jamás! Un rato caminaba, otro rato corría, y cuando me venían los calambres me detenía y caminaba,… pero no pensaba nunca en retirarme, así me tomara todo el día.
Kilómetros del 35 al 40
Esos kilómetros fueron una auténtica tortura, waooo 🥵,… el sol en su máximo esplendor, las piernas cansadas, entonces sí quería abandonar, era traumante. Pero una cosa me mantenía en la ruta, y esta era ver a mi familia y seres queridos en la meta, ¡qué más motivación que eso! Así que seguimos adelante… a esas alturas encontraba a otros corredores en similares condiciones a las mías, así como a algunos compañeros del team muy enérgicos motivándome a seguir.
Kilómetros del 40 al 42
Impresionante,… y como dice mi hija,… durante esos kilómetros avancé con el corazón hasta que al fin divisé el área de la meta; por suerte no se habían ido,… allí estaban. Debo mencionar que en estos dos últimos kilómetros me acompañó un compañero del team dándome todo el ánimo posible, Juan David, y gracias a él es que pude terminar.
Los últimos 195 metros
Jamás podré olvidar esos metros finales y por eso se los describo tal como lo recuerdo. Mi esposa al verme se apresuró a estar a mi lado en el paso lento que traía,… sus palabras de ánimo, “Vamos Gilberto no te rindas, dale que tú puedes” inyectaron en mí una energía como nunca antes había sentido; luego metros adelante se acercó mi hija corriendo con una bandera de Panamá, y al pasármela igual se mantuvo a mi lado dándome ánimos, waooo… recobré fuerzas,… recuerdo también perfectamente una voz masculina que decía “dale Gilbertoooo”,… ese era mi cuñado,… mi coach también, y a esta altura todos los presentes parecían estar animándome a terminar 🏃♂️.
Fin de la carrera
Por fin cruzamos la meta, y si todo lo anterior no valió la pena, entonces ¿qué sería mejor que eso? El tiempo de 5 horas fue lo de menos importancia para mí, hay otras muchas cosas de más valor que saqué de la experiencia.
Después de terminar, y en el regreso a casa, el otro gran reto fue manejar mi carro, porque casi me era imposible hundir el embrague del vehículo por el cansancio muscular 😅.
Conclusiones
Si bien el desarrollo de la propia carrera suele ser lo más llamativo para la mayoría, como pueden observar en mi escrito, es en lo que menos hago énfasis; Y es que la maratón es más que ir el día de la prueba, correrla y retirar la medalla de recuerdo; en mi caso, disfruté mucho todo lo que comprende esta hermosa experiencia, desde la decisión,… la planificación,… el entrenamiento,… y todo lo demás. Pero sin duda, el recuerdo de cruzar la meta y reencontrarme con los míos, es lo que quedará en mi memoria por los siglos de los siglos.
#SoloDioshacealhombrefeliz
Excelente Gilberto👏👏 admiro tu progreso y determinación… Me gustó la publicación muy emotiva!
Gracias mi hermano, a Dios sea la Gloria
Felicidades Gilberto sigue así para no es una opción
Así mismo compañera y eso lo aprendí de ustedes C-3 por siempre
Mi amigo fue un gusto acompañarte fue un lindo día ese
Gracias mi hermano.
Con Dios, perseverancia, esfuerzo y la actitud de no rendirnos todo lo podemos, felicidades Gilberto.
Así mismo y eso lo aprendí con ustedes C_3
Amén Nelly, a Dios se la gloria.
Hermoso. Mis lagrimas lo dicen todo. Rendirse jamas 🥰🥰
Gracias mi tía querida.
Gracias por compartir la experiencia, la primera maraton jamas se olvida
Así es compai, usted la vivió ese día también en esos 42k son unos fuertes.
Un placer haber compartido todos esos entrenos juntos amigo, espero pronto vuelvas a sumar otros 42km a tu palmarés.
Abrazos
A usted mi hermano y ya sabe este año la misma formula para esa segunda maratón, jejejej el coach.
Felicitaciones al Sr Gilberto. Hacer una maratón implica una gran decisión. Excelente narrativa. Independiente de todo lo sucedido, es una gran experiencia.
Muchas gracias 🙂
Waooooo verdaderamente motivador esta experiencia, felicidades por ser perseverante y no rendirse. Este relato es muy emotivo. Lo tomaré de ejemplo. Lo admiro. Slds.
Gracias Massiel a Dios sea la Gloria amén.
Inspiración a seguir 🤩✌🏽
saludos mi hermano, #SoloDioshacealhombrefeliz
Jajaja, muy bueno
jejje así es mami si usted fue parte del asunto.
Agradezco a la revista @Siemprerunning por permitirme ser parte de estas publicaciones, la verdad que nosotros podemos aprender muchas cosas de los corredores recreativos como un servidor.
Gracias.
Agradecidos a ti, amigo Gilberto.
Excelente Gilberto, Felicidades! Compartir historias así motivan.
Mis primeros 21 kms fueron el año pasado en esa actividad y todos los esfuerzo al final valen la pena!
Felicidades!
«El fracaso no te sobrecogerá nunca si tu determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa»
— Og Mandino. Esta frase vino a mi memoria, mientras recorría la lectura de tu fascinante experiencia, de tu primera maratón.
Sin lugar a dudas, inspirador y lleno de la gracia del Señor!
Adelante!