5 Ventajas e inconvenientes de correr en la caminadora
Aprende cómo usarla para sacar tu máximo rendimiento
Una de las máquinas de ejercicios preferidas en muchos hogares y gimnasios.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
Team BROOKS Panamá – @fer_panama
La caminadora, llamada también cinta o tapiz rodante, se ha popularizado en los últimos años debido a la proliferación cada vez más numerosa de gimnasios, no solo comerciales sino privados en muchos edificios y urbanizaciones. También muchas personas recientemente, y debido a las limitaciones de movilidad por causa del COVID, optaron por comprar una caminadora para su domicilio con la finalidad de poder seguir realizando ejercicio pese al confinamiento.
La caminadora, como su propio nombre indica, pareciera solo inicialmente indicada para aquellas personas que comienzan una rutina de ejercicios básica, pero son muchas las personas que después de un tiempo pasan de caminar a trotar suave, para luego ir incrementando paulatinamente la velocidad y el volumen de sus entrenamientos. De hecho, muchos corredores habituales también han incorporado la caminadora como parte de sus sesiones de entrenamiento, sobre todo para aquellos días en que la falta de tiempo o las malas condiciones climatológicas, impiden correr en el exterior.
Si nunca has utilizado una caminadora, o algún modelo en particular, es recomendable consultar de modo previo con el técnico instalador si es en una residencia, o con uno de los instructores si es en un gimnasio, para que te oriente sobre su funcionamiento. A veces no resulta sencillo configurar algo tan simple como la distancia, que puede estar en millas en vez de kilómetros, o programar un determinado entrenamiento, ya que algunos modelos están limitados a un tiempo máximo de uso, tras el cual la máquina se detiene.
Por lo general, las rutinas de caminadora serán solo de unos 20 a 30 minutos, ya que partimos de la base de que se complementará el trabajo físico con otras máquinas o ejercicios. Algunos atletas élites utilizan la caminadora como un complemento de sus entrenamientos en ruta, inclusive para hacer intervalos de velocidad, para lo cual hay que tener un buen equilibrio y dominio a la hora de incrementar y desacelerar la velocidad de modo drástico.
Por último, no hay que olvidar que al bajarnos de la caminadora tras una rutina de ejercicio podremos notar alguna sensación de inestabilidad y vértigo, algo que es normal mientras el cuerpo se habitúa de nuevo a la rigidez del piso.
Ventajas de la caminadora
• El ejercitarnos en una caminadora nos facilitará nuestra rutina de vida, en especial si se trata de una ubicada en nuestra residencia o en un gimnasio de nuestro edificio o complejo residencial, no teniendo que trasladarnos a zonas periféricas de la ciudad para encontrar lugares seguros y poco transitados donde poder correr.
• Al estar protegidos bajo techo, ya sea en un gimnasio comercial o particular, estaremos a salvo de los efectos de la climatología, bien se trate de un calor sofocante o de una lluvia torrencial.
• La caminadora permite realizar rutinas con diferentes niveles de duración, intensidad e inclinación, las cuales pueden ser personalizadas por el propio usuario, o seleccionadas de sesiones ya pre-programadas por el fabricante. Las caminadoras nos mostrarán en la pantalla digital interesantes datos como el tiempo de sesión total, tiempos parciales, tiempo faltante, distancia total recorrida, y hasta un estimado de las calorías consumidas durante el ejercicio.
• Caminar a buen paso y trotar en la caminadora está comprobado es un ejercicio cardiovascular saludable que ayuda también a las personas que están en proceso de pérdida de peso, facilitando que puedan realizar ejercicio físico de bajo impacto.
• Frente a otras superficies más agresivas para las articulaciones y el sistema muscular como el asfalto y concreto, la cinta de la caminadora al ser suave y estable, facilita la absorción de la pisada minimizando el riesgo de posibles lesiones.
Inconvenientes de la caminadora
• Correr en la caminadora, aunque escuchemos música o veamos la TV, puede convertirse en una actividad tediosa y aburrida si abusamos del tiempo de nuestras sesiones y si no variamos con actividades al aire libre.
• Aunque no seamos especialmente pesados, para correr a ritmos altos se necesita una caminadora resistente, ya que de otro modo puede moverse de su posición por el excesivo rebote.
• A pesar de que el gimnasio tenga abanicos o aire acondicionado, al estar en un ambiente cerrado se producirá una mayor sudoración que cuando realizamos ejercicio al aire libre. Este exceso de sudor puede llegar a ser muy molesto no solo para el propio deportista, sino para el resto de los usuarios que compartan las instalaciones.
• Hay que ponderar los ritmos y velocidades que podamos alcanzar corriendo en la caminadora, ya que como la propia tracción de la máquina trabaja a nuestro favor, hace más fácil la mecánica de la zancada.
• Cuando usemos la caminadora hay que mantener siempre la concentración, ya que un pequeño descuido puede ocasionar que acabemos teniendo un accidente y caigamos al piso de manera grotesca.