Diccionario Runner: ¿Qué es ser un corredor supinador?

En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.

Por Fernando Revuelta – Maratonista

Se denomina supinador al corredor, que en alguna o todas de las fases que comprende la zancada, apoya mayormente con la parte externa del pie. Por este motivo se le dice que tiene una “pisada supinadora”.

Dentro de los corredores se estima que un 50 % de los mismos tiene pisada pronadora (apoyan mayormente con la parte interna del pie), un 40 % tienen pisada neutra (apoyan mayormente con la parte central), y tan solo un 10 % serían supinadores.

Existen diversos métodos para detectar la supinación, desde los más sencillos como humedecer los pies y dejar una pisada en el piso para ver la forma de la silueta de apoyo, o examinar cómo es el desgaste de la suela en las zapatillas, hasta el más científico que es realizar una prueba trotando en una cinta caminadora y analizar después en cámara lenta la grabación. Incluso de modo visual, una persona que corra con las piernas arqueadas, supone un indicio de que pueda tener algún grado de supinación.

El hecho de ser un corredor supinador per se no supone necesariamente la existencia de un problema, ya que solo en determinados casos extremos se requerirá de actuaciones específicas, como el uso de plantillas de corrección. Estos casos suelen estar asociados a grados de inclinación del tobillo tales que provocan alteraciones en el funcionamiento del tren inferior, afectando a rodilla y cadera, así como a corredores que supinan de un solo pie, por ejemplo, al tener una pierna algo más corta que la otra debido a algún traumatismo previo.

Las marcas de calzado usualmente tienen modelos específicos dirigidos a corredores de pisada neutra y pronadora, pero no así para corredores supinadores. Estos corredores podrán usar generalmente modelos de pisada neutra, salvo en casos puntuales como hemos señalado anteriormente, en que requieran de plantillas ortopédicas u otras adecuaciones que otorguen un soporte adicional para que el tobillo no se incline en exceso hacia el exterior.