Diccionario Runner: Las series en Pirámide
Las series en pirámide psicológicamente son para el corredor mucho más llevaderas
En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.
Por Fernando Revuelta – Maratonista
El entrenamiento en pirámides no hace referencia a que para realizar el mismo uno se tenga que desplazar a correr físicamente a Egipto u otro país en donde cuenten con este tipo de construcciones funerarias, sino a la característica forma triangular de estos monumentos, que presentan un ascenso lineal hasta la cúspide (punta), y del otro lado un descenso lineal idéntico.
Este tipo de entrenamiento en ocasiones se asocia a trabajos de fartlek (carrera continua con cambios de ritmo), pero sobre todo a entrenamientos de series con descanso, el cual puede ser en parado, caminando o trotando muy levemente.
Se puede completar una o varias pirámides dependiendo de las capacidades y el objetivo del corredor en particular; el número de series en cada pirámide, así como la duración de las series y los segmentos de descanso, variarán igualmente conforme a la planificación de cada corredor.
Un típico ejemplo de pirámide sería 200 metros – 400 metros – 800 metros – 1,600 metros – 800 metros – 400 metros – 200 metros. En las pirámides usualmente varía el tiempo de recuperación entre las series, aumentando el mismo conforme se incrementa la distancia realizada en la serie previa. Así, subiendo la pirámide podríamos recuperar 30 segundos después de los 200 metros, 1 minuto después de los 400 metros, 1 minuto 30 segundos después de los 800 metros y 2 minutos después de los 1,000 metros. Bajando la pirámide, los tiempos de recuperación serían a la inversa.
Lo importante de los trabajos en pirámide es que intentemos mantener un ritmo de carrera uniforme dentro de cada una de las series así como entre las distintas series. Si sentimos que terminando alguna de las series no somos capaces de mantener un ritmo uniforme y perdemos velocidad, significará bien que hemos iniciado la serie a un ritmo más rápido del debido, que el tiempo de recuperación entre series no ha sido suficiente, o que la estructura de la pirámide en cuanto al número de series y distancia de las mismas no se corresponde con nuestro real estado de forma.
A diferencia de los entrenamientos de series en los que no se varía la distancia ni el tiempo de recuperación, como por ejemplo 20×400 o 10×800, que pueden resultar algo monótonos, los entrenamientos en pirámide son psicológicamente para el corredor mucho más llevaderos, puesto que una vez alcanzada la cúspide, la parte final se hará más sencilla. Adicionalmente, los esfuerzos y las compensaciones fisiológicas que se producen en las pirámides son algo diferentes de los trabajos de series lineales, por lo que lo recomendable sería alternar ambas rutinas en nuestro programa de entrenamiento.