Diccionario Runner: Liebres, sinónimo de velocidad

En esta sección iremos publicando de forma periódica palabras y expresiones referidas al mundo del corredor que con frecuencia se utilizan en los países de habla hispana, así como también algunos anglicismos de uso común en el running.

Por Fernando Revuelta – Maratonista

Según Wikipedia, “Liebre” es el nombre común de los lepóridos pertenecientes al género Lepus, unos pequeños animales parecidos a los conejos que se caracterizan por ser tímidos, de largas orejas y muy rápidos. De hecho, la liebre europea es tan veloz que puede alcanzar los 56 kilómetros por hora.

Sin duda este atributo de la velocidad es por el que su nombre fue elegido para designar a aquellos corredores que en competencias, sobre todo de fondo, tienen la función de marcar a otros corredores un ritmo previamente determinado con el objetivo de que estos últimos logren obtener en meta un récord o tiempo deseado. En terminología anglosajona a estas «liebres» se les denomina pacers, y podríamos diferenciarlos en dos grupos.

Por un lado hay atletas élites que a su vez sirven de liebres de otros atletas élites, trabajando exclusivamente para los mismos conforme a una estrategia previamente coordinada en cuanto al ritmo y a la cantidad de kilómetros que deben cubrir, tras lo cual suelen retirarse de la prueba y dejar su puesto a otros pacers, o si se tratase de los kilómetros finales, al atleta al que guiaron para que este haga ya en solitario el último esfuerzo. Estos pacers no se suelen diferenciar de los corredores a los que ayudan, con la salvedad de que en ocasiones en su número de carrera van identificados con la palabra PACER y una numeración dependiendo del orden en el que les toca marcar el ritmo.

Como dato curioso, no faltan algunos casos en lo que el corredor que hizo de pacer y debía abandonar la prueba, se siente con fuerzas y no solo no abandona, sino que incluso logra la victoria en la carrera. Esto sucedió por ejemplo con el keniano Reuben Kypiego, cuya función era la de servir de pacer de otros corredores “en teoría” mejor preparados en el Maratón de Abu Dhabi del 2019, pero que llegó como primero a la meta embolsándose la nada despreciable cantidad de $100,000.

También nos encontramos con otros pacers establecidos por la organización, sobre todo en media maratones y maratones, cuya función es la de cubrir la distancia a diferentes tiempos y ayudar a todos aquellos corredores que quieran sumarse a alguno de esos grupos. Estos pacers si acostumbran a llevar elementos muy distintivos de su condición para que el resto de competidores los puedan seguir a la distancia, como globos de helio, banderolas o carteles en los que se destaca bien visible el tiempo objetivo buscado en meta. La función de estos corredores es la de hacer todo el recorrido hasta meta a un ritmo constante y sin aceleraciones, para que de este modo el grupo se mantenga lo más unido posible.

Adicional a marcar un determinado ritmo, los pacers suelen también ayudar de otros modos a los competidores que los acompañan, haciendo por ejemplo indicaciones para que estén pendientes de la proximidad de zonas de avituallamiento, de cambios de sentido en la ruta o de imperfecciones y obstáculos en el pavimento; también pueden cumplir una función de motivación, animando en los kilómetros finales a competidores del grupo a los que les flaqueen las fuerzas.

Correr un maratón dentro de un grupo siguiendo a un pacer tiene la ventaja de que podremos concentrarnos en nuestro esfuerzo, pero eso no significa que podamos confiarnos al ciento por ciento en cuanto a que el ritmo marcado por el pacer sea el correcto. Esto va a depender mucho de la organización de la prueba y el grado de profesionalidad que tenga el evento, ya que hay ocasiones en pruebas menores en las que el pacer asignado no tiene el nivel o la experiencia adecuados para marcar un ritmo constante, por lo que corre a impulsos, o incluso por falta de preparación, el pacer termina desfondado en medio del recorrido abandonando a su suerte al grupo que debía liderar hasta meta.