«Atletismo», un mundo de preguntas sin respuesta

Reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de la disciplina

En la vida en general, y en el atletismo en particular, hay preguntas sin respuesta y otras que por el contrario, admiten respuestas distintas e individuales, todas ellas igualmente válidas.


Por Santiago RevueltaCorredor y abogado

EspañaSantiago Revuelta

Algunas de estas preguntas darían para escribir libros, por ejemplo, ¿por qué corremos?; se puede afirmar tanto que no existe respuesta, como que cada uno tiene la suya. No me estoy refiriendo a las ventajas de correr que pueden aplicarse a cada uno en mayor o menor medida, bien por salud, para perder peso, liberar estrés, en fin, para encontrarnos mejor. Todo esto anterior explica lo que nos lleva a correr, pero en el fondo, mucho más adentro, cada uno de nosotros tendrá su propia e íntima motivación. En última instancia, se podría afirmar que corremos porque vivimos, porque forma parte de nosotros mismos.

Corredora

El libro del atletismo es un gran libro de preguntas sin respuesta o a medio contestar. Los expertos e investigadores han dedicado muchas horas y esfuerzo a responder a diversas cuestiones relacionadas con la práctica del atletismo, la mayoría de ellas orientadas al entrenamiento deportivo; así el lactato, el umbral y otros muchos términos se nos han hecho a todos conocidos, e incluso la mayoría podríamos considerarnos unos pequeños entrenadores de nosotros mismos.

Pero hay otras muchas cuestiones que hunden su naturaleza en la historia o en el interior de cada uno, que siguen sin tener una única respuesta. Paul Gauguin pintó el famoso cuadro ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? Si hubiera sido atleta, el cuadro se debería haber llamado ¿Por qué corremos, saltamos y lanzamos?

En el atletismo como hoy lo conocemos hay un gran vacío en cuanto al origen del mismo; nos es conocido lo sucedido en el último siglo y medio y la regulación actual, pero en última instancia siempre hacemos referencia a sus antecedentes en los juegos de la antigua Grecia, lo que nos ayuda a convivir sin inquietud con tantos siglos de desconocimiento sobre nuestro amado deporte.

Sobre este particular los días de lluvia e internet son un buen aliado para entretenernos en buscar curiosidades al respecto. ¿Alguno os habéis preguntado la razón por la que una pista de atletismo al aire libre tiene 400 metros? Algunas de las respuestas serían porque se trata de un cuarto de milla, para que quepa dentro un estadio de futbol, porque 300 metros sería poco y 500 metros mucho, en fin,… más curioso me parece la razón de por qué se corre en un sentido y no en el contrario.

El atletismo sigue siendo un gran universo por descubrir

¿Alguien se imagina que el triple salto fuera quíntuple? ¿O que las pistas no fueran ovaladas y las calles de estas fueran rectas, de forma que al llegar al final el atleta tuviera que tocar la pared y volver por el mismo camino como hace un nadador?

Evidentemente World Athletics es quien pone las normas, pero el atletismo popular evoluciona y tiene vida propia, principalmente en cuanto a las carreras, no en cuanto a otras disciplinas. No hace tantos años nacieron las carreras de montaña, mucho antes de que las mismas estuvieran reguladas federativamente, y aun sin ser oficiales, existen carreras de todo tipo, como por parejas, bebiendo cerveza, corriendo hacia atrás o persiguiendo un queso montaña abajo. El número de corredores es infinitamente superior al de los practicantes del resto de modalidades del atletismo, lo que en buena parte explica que proliferen carreras peculiares, y que esto no suceda en los saltos o lanzamientos.

Beber cerveza

Sería muy curioso y espectacular, por ejemplo, el ver saltos de altura en que se pudiera coger impulso en una cama elástica… seguro que World Athletics no lo reconocía, pero tampoco reconoce las carreras variopintas de todo tipo que se hacen alrededor del mundo y a nadie le preocupa, ni esto impide que proliferen cada vez más.

Y es que en realidad el atletismo es un inmenso cuadro que pintamos cada uno de nosotros cada día; que nunca se nos acaben las pinturas, ni las ganas de pintar.

1 comentario sobre “«Atletismo», un mundo de preguntas sin respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *