Editorial: «2020: un año de grandes cambios en el Running»

Corredores

Hace tan solo unas horas que el Gobierno Nacional anunció nuevas medidas de restricción de movilidad para la primera quincena de enero, las cuales fueron adoptadas con la finalidad de frenar la propagación del COVID-19. Entre dichas medidas, nos tocó escuchar con resignación de boca del Ministro de Salud, la vuelta por al menos dos semanas a la férrea cuarentena bajo la modalidad de sexo y cédula, la cual ya fue aplicada anteriormente por seis meses. Ello supone que durante el próximo periodo de cuarentena, y salvo que las autoridades recapaciten, volveremos a tener prohibida la realización de ejercicio físico fuera de los domicilios, que es así tanto como decir para nuestro colectivo, que no podremos correr al menos por dos semanas.

Durante este 2020 que ya acaba, los corredores nos hemos tenido que ir adaptando a los diferentes panoramas que la evolución de la pandemia ha ido marcando en todo el mundo, incluyendo el que nuestras maratones y carreras tradicionales fueran canceladas, sustituyéndolas en algunos casos por eventos virtuales. En mayor o menor grado también se nos impusieron restricciones para correr, pero nos las ingeniamos para mantenernos en forma dentro de lo posible, trotando en pequeños espacios de la casa o realizando ejercicios como salto de soga. La mascarilla igualmente ha sido un elemento que por obligación hemos tenido que incorporar entre nuestros accesorios, aprendiendo a respirar con la misma y a regular la intensidad del ejercicio para no quedar sin aire.

«La pandemia ha servido para concienciar a buena parte de la población sobre los beneficios de ejercitarse al aire libre como una forma de invertir en su salud física y mental»

Han sido meses en los que mantener la motivación para entrenar resultó complicado, no solo por la ausencia de objetivos en el corto y medio plazo, sino también por la incertidumbre sobre la evolución a futuro del virus. No es fácil cuantificar cuál fue el porcentaje, pero una parte de la comunidad runner no aguantó toda esta presión y acabó finalmente tirando la toalla. Seguro que casi todos en nuestros círculos conoceremos casos de amigos que sencillamente dejaron de correr por meses, y que después de la reapertura, tampoco regresaron a la actividad.

Pero al igual que existen estos casos de abandono, la pandemia ha generado también el efecto contrario, el de atraer personas que no tenían la práctica del ejercicio físico entre sus rutinas, pero que debido a un mayor tiempo libre en algunos casos, y/o a la voluntad de mantenerse más sanos y con un mejor sistema inmunológico, han comenzado recientemente a caminar, trotar y correr. A este respecto resulta muy llamativo ver en los lugares de entrenamiento habituales, pero también en cualquier barriada, decenas de personas ejercitándose desde temprano, muchas de ellas caras nuevas que se han ido incorporando en los últimos meses a la práctica de ejercicio físico. Las propias tiendas deportivas han visto con agrado como su volumen de ventas en zapatillas y accesorios no ha bajado tanto como esperado, ya que este nuevo segmento de trotadores y corredores, ha compensado en buena parte las compras que tradicionalmente venían haciendo los turistas que ingresaban regularmente al país.

Se podría afirmar por tanto que dentro de todo lo negativo que la pandemia del COVID-19 ha traído a nuestras vidas, ha servido en cambio para concienciar a buena parte de la población sobre los beneficios de ejercitarse al aire libre como una forma de invertir en su salud física y mental. Ahora es importante que todos los que conformamos la comunidad runner, cada uno desde su posición, aportemos nuestro granito de arena para que esto no sea «flor de un día», y que los recién llegados puedan en el futuro sentir y vivir el running, con la misma pasión que lo hacemos nosotros.

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